En la Fundación Mapfre
Imogen Cunningham, cuerpos y magnolias
La sala AZCA de la Fundación Mapfre abre sus puertas a una de las pioneras de la fotografía moderna. Durante sus más de 70 años de trabajo, Imogen Cunningham (Portland, Oregón 1883−San Francisco, 1976) abordó diferentes temáticas, desde sus primeras imágenes pictorialistas bajo la influencia de Gertrude Käsebier hasta sus fotografías de desnudos de carácter intimista, o sus icónicos retratos de artistas, bailarines y actores para las páginas de “Vanity Fair”.
Quienes se acerquen a General Perón, 40, antes del próximo 20 de enero, podrán contemplar la panorámica más completa de esta fotógrafa realizada en los últimos 20 años en Europa. Una muestra que alberga una selección de 200 fotografías, algunas de ellas expuestas por primera vez, y entre las que destacan obras importantes como Diseño de agave o Invierno en Cowen Park, Seattle.
BOTÁNICA, DESNUDOS Y RETRATOS
“Trabajadora incansable, siempre estuvo dispuesta a explorar diferentes técnicas fotográficas para acometer nuevos proyectos, lo que le llevó a una producción artística prolífica y original”, señalan los organizadores. Aficionada a la botánica, la fotógrafa estadounidense “experimentó sin descanso con magnolias, calas aloes y cactus”, y también sintió cierta predilección por la representación del cuerpo humano, “que convirtió a través de sus interpretaciones personales en un símbolo de sensualidad en armonía con la naturaleza”.
Cunningham formó parte del Grupo f/64, que defendía una fotografía nítida y directa, y en la década de los 30 fotografiaría para “Vanity Fair” a actores como Cary Grant o Spencer Tracy o presidentes como Her-bert Hoover. En los últimos años de su carrera, nonagenaria ya, aún le dio tiempo para fundar el Imogen Cunningham Trust, institución dedicada a investigar y preservar sus archivos, y a comenzar el libro La vida después de los 90, una excelente selección de retratos dedicada a retratos de personas de su generación. Una obra que quedaría inacabada al morir un año después, en 1976.
Quienes se acerquen a General Perón, 40, antes del próximo 20 de enero, podrán contemplar la panorámica más completa de esta fotógrafa realizada en los últimos 20 años en Europa. Una muestra que alberga una selección de 200 fotografías, algunas de ellas expuestas por primera vez, y entre las que destacan obras importantes como Diseño de agave o Invierno en Cowen Park, Seattle.
BOTÁNICA, DESNUDOS Y RETRATOS
“Trabajadora incansable, siempre estuvo dispuesta a explorar diferentes técnicas fotográficas para acometer nuevos proyectos, lo que le llevó a una producción artística prolífica y original”, señalan los organizadores. Aficionada a la botánica, la fotógrafa estadounidense “experimentó sin descanso con magnolias, calas aloes y cactus”, y también sintió cierta predilección por la representación del cuerpo humano, “que convirtió a través de sus interpretaciones personales en un símbolo de sensualidad en armonía con la naturaleza”.
Cunningham formó parte del Grupo f/64, que defendía una fotografía nítida y directa, y en la década de los 30 fotografiaría para “Vanity Fair” a actores como Cary Grant o Spencer Tracy o presidentes como Her-bert Hoover. En los últimos años de su carrera, nonagenaria ya, aún le dio tiempo para fundar el Imogen Cunningham Trust, institución dedicada a investigar y preservar sus archivos, y a comenzar el libro La vida después de los 90, una excelente selección de retratos dedicada a retratos de personas de su generación. Una obra que quedaría inacabada al morir un año después, en 1976.
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