EL REVERSO: Romance de la subida

El recibo de la luz/ cada dos meses se eleva,/ sube, salta, se encabrita/ y nos hace la puñeta

Oshidori traza un luminoso recorrido desde el princio de los tiempos hasta la irrupción de las compañías eléctricas y su pertinaz gusto por aumentar periódicamente los recibos de la luz. La solución es volver a lo antiguo.

Fue al principio de los tiempos,

según la Biblia revela,

que Dios hiciera la Luz

por separar las tinieblas

y no pasarse los días

tropezando con las mesas.

Hizo ello Dios y vio

que había hecho cosa buena

pues así Eva y Adán

no tenían que andarse a tientas

 no fuera que les gustara

palparse estando en porretas.

 

Pasaron días y noches,

llegó la primitiva era

cuando el hombre se alumbraba

en las lóbregas cavernas

con el fuego provocado

entrechocando dos piedras;

allí no existía Iberdrola

ni cualquier otra hidroeléctrica

para tarifar en vatios

por encender una hoguera  

y así vivieron felices

la gente en aquella época.

Mas resultaba algo incómodo

iluminarse con teas

y de ahí surgió el candil

de aceite, algodón y mecha.

Tras este, se comenzó

a afanarle a las abejas

de sus coquetos panales

la blanda y fundente cera

–de esa que dicen que arde,

pues de otra no la encuentras–.

Transcurrieron muchos siglos

a la sola luz de velas

hasta que en el diecinueve

Edison tuvo una idea

con forma de una bombilla

de luz electromagnética.

 

Ya llegándonos a hogaño

y con la crisis a cuestas

el recibo de la luz

cada dos meses se eleva,

sube, salta, se encabrita

y nos hace la puñeta.

Hoy darle al interruptor

puede dejarte en pernetas

sin un duro en el bolsillo,

literalmente a dos velas,

que son las que has de llevarte

cuando marches a la cueva

do vivían los ancestros

del principio del poema–

y que empresas y Gobierno

agarren la luz eléctrica

–bombillas, cables pelados,

interruptores y clemas–

y se la metan con tacto

allá por donde les quepa.

 

Oshidori


  Votar:  
Resultado:0 puntos0 puntos0 puntos0 puntos0 puntos
  0 votos

Deje un comentario

Para dejar su comentario identifíquese o regístrese.