Miguel Sáez Carral, guionista y escritor, autor de “Apaches”
“El Tetuán que conocí era un pueblo dentro de Madrid, una extensión de la propia familia”
Tetuán 30 días, 3 de abril de 2014
«Era un barrio de calles serpenteantes, angostas y oscuras (…), donde había un bar o una taberna casi en cada esquina (…), de ropa tendida en las ventanas (…), de vecinas que se sentaban en sillas de madera en la puerta de sus casas (…), de mujeres trabajadoras, de madres abnegadas, de esposas valientes y con coraje». Éste es el Tetuán que cuenta Apaches (Planeta), un thriller sobre un delincuente por obligación de salvar a su familia de la ruina. Basada en la propia historia del autor, un tetuanero que ha alcanzado fama y premios guionizando series como Al salir de clase, Sin tetas no hay paraíso u Homicidios.
T30d: Periodista, guionista de éxito y ahora publica su segunda novela, con 15 años de diferencia. ¿Con qué se queda?
M.S: Suelo decir que yo no dejé el periodismo, sino que fue él quien me dejó a mí. Un día surgió la oportunidad de ser guionista y fui enganchando una serie con otra. Siempre me gustó escribir, y un guionista es un escritor. El trabajo creativo es el mismo, sólo que luego hay un proceso más a la hora de trasladarlo a la pantalla, e intervienen más personas.
T30d: 'Apaches' trata temas universales, como la lealtad o la familia. Una familia que va más allá de la biológica…
M.S: Es posible que haya dos familias, y una de ellas sea la del barrio. El Tetuán en el que me crié era como un pueblo dentro de Madrid, todos se conocían, las puertas estaban abiertas y los vecinos sabían los problemas de todos. Era una extensión de la propia familia. Si una vecina se ponía enferma, otras le hacían la compra, cocinaban… He intentado trasladar eso.
T30d: Otro tema que vertebra la novela es la venganza. A la hora de buscar justicia, ¿el fin justifica los medios?
M.S: Depende del fin. Mi padre me enseñó que un hombre tenía que estar dispuesto a hacer cualquier cosa para proteger a su familia, y eso significa cualquier cosa. No sé si eso es que el fin justifica los medios.
T30d: Porque ni el protagonista ni su banda son precisamente Robin Hood…
M.S: No lo son en sentido clásico. El protagonista entiende que la única forma de salir adelante tras la ruina de su padre es pagar sus deudas, y la forma de conseguir ese dinero es saltándose la ley. Para nuestra moralidad está cometiendo un delito: para la suya, está haciendo justicia.
T30d: Junto a tipos casi reconocibles, como el ratero, los patriarcas o las vecinas cotillas, aparece el barrio casi como un personaje más.
M.S: Cierto, no puedes entender lo que hace el resto de personajes, si no entiendes cómo late ese barrio, su “ley”. Y Tetuán latía de esa forma, entiendes que esos personajes deciden ayudarse sólo por cómo es esa comunidad, Tetuán producía ese tipo de personas. Ese sentido de la comunidad es lo que hace que el barrio sea un personaje más dentro de la novela.
T30d: ¿Tan insólito es lo que ocurre en Tetuán?
M.S: Por lo que me cuentan otros lectores que no son de aquí, pero que se identifican con lo que ocurre, sospecho que hay muchos barrios como éste. Es probable que todas las grandes ciudades tengan un barrio parecido. Ahora bien, Apaches no sería igual si no se desarrollase en Tetuán, lo que la hace especial y única es que se desarrolla en este barrio.
T30d: «Era un barrio de obreros, de borrachos, de amas de casa y de ladrones. Ése era nuestro barrio». Menudo lugar para crecer…
M.S: No sé, mi infancia fue mágica por lo que sucedía en las calles, por sus personajes. Yo comento cosas con gente que no es de barrio y les suena a marciano, pero Tetuán en aquellos tiempos era especial. Un barrio de trabajadores, de gente honesta, que se esforzaba, de amas de casa que eran leonas, que trabajaban como máquinas cuidando de sus hijos, de sus maridos, de sus padres… eran auténticas heroínas.
T30d: Cuando el protagonista regresa a su casa ya es un Tetuán distinto…
M.S: El paso del tiempo, la modernidad hace que las tradiciones pierdan fuerza. En Apaches llega gente nueva y no entienden esas leyes, ni por qué tienen que ayudar. Cuando mi abuela vivía era amiga de todas las vecinas, y probablemente ahora alguien que vive en el octavo de un bloque nuevo en Marqués de Viana no sepa quién es su vecino del primero. Ésa es la diferencia.
T30d: ¿Cómo se explica el sentimiento de pertenencia de muchos vecinos por un barrio “pobre y feo”?
M.S: Abandoné esto hace unos 15 años y no había vuelto hasta hace unos meses, que paseé por esas 20 calles alrededor del Metro de Tetuán donde se desarrolla la novela, y no lo reconocí. Aquel Tetuan había desaparecido.
T30d: De hecho, Marqués de Viana, el eje de esa zona, es de las calles que más ha cambiado…
M.S: Todas las casas, las tiendas que conocía… ya no están. Cuando era pequeño la acera era estrechísima y ahora es enorme. Al final hay unas torres de al menos 15 pisos… la esquina del ultramarinos donde quitábamos el bacalao a través de una rendija ya no existe tampoco, ni la farmacia de enfrente. Ni el Savoy o el Bar Rabal, que son referentes en la novela.
T30d: ¿Qué recuerda con más cariño del barrio?
M.S: Probablemente a la gente. Echo de menos esa cordialidad, esa familiaridad de todos los vecinos, porque sigo pensando que era un barrio gris y feo, sin grandes edificios ni arquitectura… pero la gente tenía encanto.
T30d: ¿Piensa en una futura serie o película de 'Apaches'?
M.S: Sí, he recibido propuestas. La novela lleva sólo unas semanas en las librerías y ya ha despertado interés en productoras y cadenas de televisión para hacer una adaptación. Pero aún no sé si sería un largometraje o una serie, porque no hay nada en firme.
Lo seguro es que la novela enganchará a los amantes del género policiaco, y en particular a los tetuaneros que hayan vivido y caminado por estas calles de malvados vaqueros y “apaches” que un día lucharon por lo suyo.
David Álvarez de la Morena
Deje un comentario