Los vecinos de Carmen Portones no tienen donde aparcar

Más quejas en el paseo de la Dirección

La falta de aparcamiento no es el principal problema, pero tampoco el menor de los que sufren los afectados por el proyecto del paseo de la Dirección. Unas molestias que tienen sus particularidades en cada zona, como ocurre en la calle de Carmen Portones, donde los trabajos han dejado la zona en peor situación de lo que estaba, a tenor de las quejas.

Al menos, en cuanto al aparcamiento. Las obras han dejado la calle con sólo seis plazas, en línea, y ninguna en la acera derecha, de cuatro metros y donde se encuentran las viviendas. Además, el único carril de que consta la calzada promueve que “si se para el coche, quede bloqueada”, según cuenta Antonio, un vecino de la calle, que califica de “aberración” la medida. La vía cuenta con 70 viviendas, la mayoría de ellas antiguas y en las que fundamentalmente viven personas mayores, algunas con movilidad reducida, además de negocios como una farmacia o una carpintería, a cuyos clientes y vecinos “no les queda más remedio que aparcar encima de la acera”, añade.

Difícil solución

Para subsanar el problema, los vecinos creen que habría que “retranquear las aceras y aparcar en batería, con lo que se ampliaría hasta unas 30 plazas”. Sin embargo, la existencia de un mínimo obligatorio de acera “hacía inviable otra solución”, explica Luis Romero, presidente de la Asociación de Afectados por el Proyecto del Paseo de la Dirección, que también señala la existencia de talleres con vados, o la progresiva estrechez de la vía, como dificultades para solucionar de mejor modo la ecuación.

En lo que sí coincide Romero es en alertar sobre el problema de aparcamiento en la zona, “que se verá agravado fuertemente con las 2.000 viviendas que vienen”. En las últimas semanas la concesionaria Dragados ha habilitado un aparcamiento provisional para residentes, en la confluencia de Alberdi con Capitán Blanco Argibay, otro “punto negro” para aparcar en el perímetro del proyecto.

Los vecinos de Carmen Portones soportan además las obras desde el pasado julio –aún no han terminado las del parque del margen izquierdo–, y se quejan también de la limpieza: “Ha habido cubos sin recoger durante un mes y medio, y los vecinos nos hemos tenido que organizar, porque veíamos que nos invadían las ratas”.

David Álvarez de la Morena