LOS VECINOS DE TENERIFE, 11, EN JAQUE ANTE LA CONCLUSIÓN DE LAS OBRAS DE LA ITE

Un 20% de los propietarios no pagan las obras de rehabilitación

La finca de más de 3.500 metros cuadrados que ocupa la Comunidad de Propietarios de la calle de Tenerife, número 11, en el barrio de Bellas Vistas, fue edificada en el año 1920 por la Constructora Benéfica, para dar vivienda a la gente humilde del barrio. Actualmente, la fachada del edificio figura entre los edificios protegidos por el Patrimonio Histórico Nacional. “El único requisito para acceder a una vivienda aquí era tener un sueldo fijo en la familia”, comenta S. M., de 76 años y vecino de la Comunidad desde su infancia. La pesadilla de esta Comunidad de Vecinos empezó en octubre de 2005, cuando tuvieron que pasar la ITE (Inspección Técnica de Edificios). La Comunidad, formada por 62 familias, valoró varios presupuestos, y finalmente eligieron el de la empresa constructora Correxais Gallega. Éste fue el comienzo de una situación pareja a la de la película Esta casa es una ruina. “Ya valorados los gastos de la obra, y calculado lo que debía poner cada vecino, la constructora descubrió que había termitas en las vigas del edificio, y entonces el presupuesto se multiplicó por dos aproximadamente; estamos hablando de 2.500.000 euros”, dice Gema Peña, presidenta de la Comunidad. La mayoría de los vecinos de Tenerife, 11 ya han puesto hasta el momento dos derramas de dinero para las obras de la ITE. “Yo he pagado por las obras, hasta el día de hoy, unos 66.000 euros. En la primera derrama fueron 29.000, así, un billete detrás de otro; y en la segunda, tres letras de 7.251 euros. Pienso que los que no pagan se están riendo de nosotros. Estamos en una situación desesperada. O ponemos dinero por ellos, o sea, una tercera derrama, o tendremos serios problemas”, justifica T. C. Pero la realidad presente es que el 22 de octubre, en la última reunión celebrada por la Comunidad de Propietarios, se decidió por votación poner una tercera derrama “porque no queda dinero para acabar las obras, y esto se debe a que hay entre 10 y 15 propietarios que no cumplen con la parte económica que les corresponde de las obras, con lo que la deuda asciende a 270.000 euros; y el problema está en que si paralizamos las obras, el constructor nos denunciaría por incumplimiento de contrato, y además perderíamos la subvención de la EMV para la rehabilitación de edificio, e incluso tendríamos que devolver parte de lo que ya nos han dado. Los deudores están denunciados en La Junta de Arbitraje, pero el caso es que no podemos esperar hasta que salga la sentencia”. Pero aquí no acaban los problemas, “el más grave es que hay dos vecinos que se niegan a abandonar su propiedad, algo que hemos tenido que hacer todos: yo he tenido que estar seis meses fuera de mi casa, y así cada uno se ha apañado como ha podido, con sus familiares, alojándose en pensiones, alquilando otra vivienda... Uno de los propietarios no entrega las llaves de su casa y tiene paralizada la realización de los encofrados de los pisos que afectan a su vertical, y el otro se trata de un local donde se encuentra un negocio privado, concretamente una escuela de música, que imparte sus clases con normalidad, además de ser la propiedad que más dinero debe a la comunidad, alcanzando los 84.000 euros. El inmueble está denunciado con un informe de ruina por parte del arquitecto, en la Junta Municipal de Tetuán, y el caso nos preocupa”, comenta Gema Peña. Así pues, compás de espera entre los vecinos afectados, ante una situación que les impide acabar las obras de rehabilitación de su edificio. BETO LÓPEZ

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