Otorgados los accésit del III Certamen de Poesía y Relato corto “Leopoldo de Luis” a dos vecinos del distrito
Tetuán inspira
“La escribí en 15 horas, con una noche de por medio, pero la había vivido en 15 años con mi familia y amigos”, dice Herminio Otero, accésit de Poesía: “He permanecido en Tetuán desde que tengo uso de razón. De hecho, cuando veraneó lejos, a las dos semanas estoy haciendo pequeñas maquetas de Bravo Murillo por añoranza”, cuenta José Manuel Moreno, accésit de Relato corto.
De esta manera demuestran su vinculación con el distrito los ganadores de los segundos premios del III Certamen de Poesía y Relato corto “Leopoldo de Luis”, cuyos galardones fueron entregados el pasado 23 de noviembre en el centro cultural Eduardo Úrculo, en un acto presidido por la concejal-presidenta, Paloma García Ro-mero.
EL CERTAMEN
No nos olvidamos, y cabe destacar a los ganadores −no residentes en Tetuán− del primer premio de cada categoría, de entre 425 trabajos presentados (125 de poesía y 300 de relato corto), con las obras Quedan los siglos idos, del murciano Miguel Sánchez Robles −Poesía− y Región del Napo, del bilbaíno Javier Díez Carmona −Relato corto−. Por otra parte, la Mención Especial del Jurado fue para la obra Los libreros, del escritor madrileño José Luis Hernández.
Con este certamen la Junta de Distrito pretende homenajear a Leopoldo de Luis, escritor e ilustre vecino de Tetuán, así como acercar la literatura a los ciudadanos y ayudar en su carrera a los escritores y poetas, especialmente a los noveles.
AUTORES LOCALES
Aunque Herminio Otero (62 años) “solo” lleva 15 años residiendo en el distrito, algo le ha enganchado a él, como puede apreciarse en su Tetuán o corazón amanecido. Le ha inspirado a la hora de escribir, y sobre esa dote se refiere enunciando sus propios versos al plantearle esta cuestión: “Y ahora ve Val de Acederas / La Remonta, Cuatro Caminos, Pinos Alta / Plaza de Castilla, AZCA, La Ventilla / Úrculo en alza, Tetuán entero… / con un corazón recién amanecido”. El escritor resume su obra como “un paseo interior en un recorrido de 10 estaciones, en el que predomina la visión del corazón condimentada por los sueños: lo que fue, lo que es y, sobre todo, lo que puede ser este laberinto que llamamos Tetuán”.
Por su parte, José Manuel Moreno (42 años), autor de Inteligencia artificial, deja ver sin tapujos que el humor le acompaña tanto en lo literario como en lo personal a la hora de describir su obra: “Es una chanza de esa carrera que es la vida, en la que unos salen con mucha ventaja sobre otros, pero, curiosamente, no siempre ganan los primeros. Diría que es la lucha entre un homo sapiens sapiens frente a eso que llaman ser humano”. Moreno apunta también, sobre la decisión del jurado de otorgarle el premio, que quizá “se trata del único jurado literario del mundo que ha primado el humor sobre el drama y ha entendido que es más complicado tratar una diatriba filosófica o social con sentido del humor, que recurrir al formato de los informativos de sucesos”.
Ambos han recibido con agrado y satisfacción el premio literario “Leopoldo de Luis”, y consideran este tipo de certámenes “positivos, como todo lo que ayude a crear”, declara Herminio Otero, y como una oportunidad para que “gente como yo, sin padrinos, sin dinero y sin apellido pueda ver sus historias publicadas y descubrir cómo la vocación termina encontrándoles por mucho que se es-condan”, sentencia José Manuel Moreno.
Esther M. Cano
De esta manera demuestran su vinculación con el distrito los ganadores de los segundos premios del III Certamen de Poesía y Relato corto “Leopoldo de Luis”, cuyos galardones fueron entregados el pasado 23 de noviembre en el centro cultural Eduardo Úrculo, en un acto presidido por la concejal-presidenta, Paloma García Ro-mero.
EL CERTAMEN
No nos olvidamos, y cabe destacar a los ganadores −no residentes en Tetuán− del primer premio de cada categoría, de entre 425 trabajos presentados (125 de poesía y 300 de relato corto), con las obras Quedan los siglos idos, del murciano Miguel Sánchez Robles −Poesía− y Región del Napo, del bilbaíno Javier Díez Carmona −Relato corto−. Por otra parte, la Mención Especial del Jurado fue para la obra Los libreros, del escritor madrileño José Luis Hernández.
Con este certamen la Junta de Distrito pretende homenajear a Leopoldo de Luis, escritor e ilustre vecino de Tetuán, así como acercar la literatura a los ciudadanos y ayudar en su carrera a los escritores y poetas, especialmente a los noveles.
AUTORES LOCALES
Aunque Herminio Otero (62 años) “solo” lleva 15 años residiendo en el distrito, algo le ha enganchado a él, como puede apreciarse en su Tetuán o corazón amanecido. Le ha inspirado a la hora de escribir, y sobre esa dote se refiere enunciando sus propios versos al plantearle esta cuestión: “Y ahora ve Val de Acederas / La Remonta, Cuatro Caminos, Pinos Alta / Plaza de Castilla, AZCA, La Ventilla / Úrculo en alza, Tetuán entero… / con un corazón recién amanecido”. El escritor resume su obra como “un paseo interior en un recorrido de 10 estaciones, en el que predomina la visión del corazón condimentada por los sueños: lo que fue, lo que es y, sobre todo, lo que puede ser este laberinto que llamamos Tetuán”.
Por su parte, José Manuel Moreno (42 años), autor de Inteligencia artificial, deja ver sin tapujos que el humor le acompaña tanto en lo literario como en lo personal a la hora de describir su obra: “Es una chanza de esa carrera que es la vida, en la que unos salen con mucha ventaja sobre otros, pero, curiosamente, no siempre ganan los primeros. Diría que es la lucha entre un homo sapiens sapiens frente a eso que llaman ser humano”. Moreno apunta también, sobre la decisión del jurado de otorgarle el premio, que quizá “se trata del único jurado literario del mundo que ha primado el humor sobre el drama y ha entendido que es más complicado tratar una diatriba filosófica o social con sentido del humor, que recurrir al formato de los informativos de sucesos”.
Ambos han recibido con agrado y satisfacción el premio literario “Leopoldo de Luis”, y consideran este tipo de certámenes “positivos, como todo lo que ayude a crear”, declara Herminio Otero, y como una oportunidad para que “gente como yo, sin padrinos, sin dinero y sin apellido pueda ver sus historias publicadas y descubrir cómo la vocación termina encontrándoles por mucho que se es-condan”, sentencia José Manuel Moreno.
Esther M. Cano
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