LA DEHESA DE LA VILLA: UN BOSQUE EN LA CIUDAD

La Dehesa de Amaniel o de La Villa debe su nombre al ballestero de Enrique II Lope de Amaniel. …“poseedor de esos terrenos, que entonces eran de caza y se hallaban poblados de bosque”. Tal lugar formaba parte de las tierras donadas en 1152 por el rey Alfonso VII a la Villa de Madrid, según privilegio otorgado por el monarca en Toledo el 1 de mayo. El primer texto donde aparece tal lugar es una sentencia de 1434, en la que se hace mención a una serie de apropiaciones habidas en los montes de Amaniel y Cantarranas. En 1457, un acta del Concejo registra la Dehesa como tierra acotada o pastadero. Tenía unas 2.529 fanegas y ocupaba los llamados altos de Amaniel, que comprendían el barrio de Bellas Vistas, las márgenes de la calle Francos Rodríguez, la de Villaamil, la Vereda de Ganapanes o Camino de Madrid a Fuencarral, las colonias del Pino y de Peña Grande y las calles de Beacos y del Fresno. A partir de 1485 su destino aparece ligado al abasto de carne a la Villa. En 1530, el Consejo de Castilla autorizó detraer de la dehesa 30 yuntas de bueyes, el equivalente a 1.570 fanegas, para dedicarlas a labranza. Asimismo, en 1608 para sufragar los gastos derivados del traslado de la Corte desde Valladolid y de las obras iniciadas en el Palacio Real, el Ayuntamiento parceló y arrendó una buena parte de la Dehesa de Amaniel. Durante el reinado de Fernando VI se vendieron 327 fanegas con el fin de formar el llamado Cordón de El Pardo, quedando reducida la Dehesa a poco más de 698 fanegas. En tiempos de Carlos III se arreglaron algunos caminos, entre ellos la Vereda de Carabineros (actual Francos Rodríguez), al objeto de hacer más llevaderos los frecuentes viajes regios desde el palacio del Buen Retiro a El Pardo. Los lugares por donde pasaba la comitiva se arbolaron, se compactó el firme de los caminos y se adecentaron las posadas y fondas. Siguiendo la Vereda de Carabineros se entraba en la Dehesa de la Villa y, desde ésta, en El Pardo. Carlos IV, por su parte, tomó unas 418 fanegas del predio concejil, las mejores, en su deseo de redondear el Real Sitio de la Florida. En tiempos de Isabel II, la Dehesa de la Villa siguió sufriendo modificaciones, hasta llegar a ocupar el exiguo terreno que posee en la actualidad. El 11 de mayo de 1860, el ejército de África entró en Madrid. Antes de ello acampó durante dos días en la Dehesa de Amaniel, de la misma forma que lo había hecho en Marruecos, siendo visitado el lugar por miles de madrileños. En 1861, el Ayuntamiento vendió la Dehesa de Amaniel a la Beneficencia Pública del Estado para la construcción de un manicomio modelo, que no se llegó a realizar. En 1890, el Ayuntamiento mandó plantar 100.000 árboles en la Dehesa, lo que propició la concurrencia del pueblo madrileño a este lugar. A petición del Ayuntamiento y para dedicarlo a la construcción de un asilo, el Estado volvió a entregar a la Villa de Madrid, pero sólo en usufructo, con la condición de utilizarlas para esparcimiento público, las referidas 287 fanegas, según Real Orden de 6 de febrero de 1901. La afluencia de madrileños a la Dehesa alcanzó su cenit en los primeros treinta años del siglo XX, sobre todo los días festivos y en especial el Primero de Mayo. La cesión de la Casa de Campo al Ayuntamiento de Madrid en 1931 hizo remitir la afluencia de público a la Dehesa a favor de aquélla. El 25 de julio de 1929 comenzaron las obras de la Ciudad Universitaria sobre 320 hectáreas pertenecientes a la Corona, a la Dehesa de Amaniel, al Canal de Isabel II y a particulares. Durante la guerra civil (1936-39) la Ciudad Universitaria y la Dehesa de la Villa serán escenario de fuertes combates entre las tropas de Franco, sublevado contra la II República, y los milicianos que defendían Madrid. La huellas aún pueden advertirse en las zona: trincheras… Tras la guerra, las cesiones fueron numerosas: Cuartel de la Policía Armada, Colegio Virgen de la Paloma, Junta de Energía Nuclear “Juan Vigón”, Escuela “Padre Manjón”, Escuela “Bosque”, Centro médico “Reina Fabiola”… Según deslinde de 1 de octubre de 1967, la Dehesa de la Villa contaba con una superficie de 5996.300 m2. En estos años, el “Cerro de los Locos” se convierte en lugar de cita para toreros, deportistas, acróbatas, pintores… que acuden allí casi a diario. También, en la carretera que cruza la Dehesa, se organizarán carreras de coches y motos. Durante los años 70 el Ayuntamiento realizó en la Dehesa diversos trabajos de reforma y acondicionamiento: plantación de flores, construcción de muretes de contención, establecimiento de miradores, instalación de una red de riego, forestación de la zona posterior del colegio de La Paloma y de la Colonia de la Policía Armada. En 1995 se crea la Coordinadora “Salvemos la Dehesa de la Villa”, frente al proyecto municipal de construir una autovía desde la calle Sinesio Delgado a la avenida de Pablo Iglesias, cruzando la Dehesa de la Villa. Se presentaron más de 20.000 alegaciones al proyecto. Finalmente, en 1996, el Ayuntamiento optó por retirar la propuesta. Tras esta primera victoria, la Coordinadora decidió seguir su andadura bajo el lema “La Dehesa de la Villa, un bosque en la ciudad”, organizando con los vecinos plantaciones, estudios, manifestaciones, fiestas… Toda estas actividades se han concentrado en el llamado “Compromiso con la Dehesa”, firmado en junio de 2002 por las asociaciones integrantes de la Coordinadora, los vecinos y las candidatas a la alcaldía de Madrid Inés Sabanés (IU) y Tinidad Jiménez (PSOE). COORDINADORA “Salvemos La Dehesa de la Villa” Sede: Asociación de Vecinos San Nicolás c/ Ofelia Nieto, 31 - Madrid

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