‘Historias breves con trazo grueso’, de los neandertales a la inteligencia artificial

Carlos Manuel Lorenzo, vecino de Tetuán, publica su primer libro de relatos

‘Historias breves con trazo grueso’ es el primer libro de Carlos Manuel Lorenzo, un vecino de Tetuán de 63 años, cuya trayectoria profesional –es ingeniero naval, aunque se ha dedicado al desarrollo e implantación de sistemas de gestión– le permitió viajar por medio mundo y aprender de diversas culturas. Sus estancias por Europa, gran parte de Latinoamérica, el norte de África y Oriente Medio, sumadas a su pasión por la novela histórica, dan lugar a esta obra compuesta por relatos sobre distintas épocas de la historia de la humanidad.

“Lo que busco son cosas sorprendentes, aquello que existió, pero que no te vas a encontrar en una historia oficial. Intento dar puntos de vista diferentes, originales, ópticas que no nos dejan tan tranquilos, porque no concuerdan con nuestro sesgo de confirmación y que, de alguna manera, nos hacen pensar y nos llevan un poco la contraria”, explica el escritor. Otro de los puntos destacables es que en cada relato está presente la experiencia de vida de Lorenzo. “Lo que he aprendido de mis viajes y de las personas con las que he trabajado, cómo percibo al ser humano y lo que cada uno aporta”, continúa.

El escritor insiste en que, a pesar de que sea una ficción, donde los protagonistas son diversos y reales, existe un esfuerzo arduo por el rigor histórico. Y es que Historias breves con trazo grueso comienza con los neandertales, pasa por los romanos, Al-Andalus, la Edad Moderna y finaliza en un futurible, donde la inteligencia artificial es la que nos gobierna. También destaca un narrador que cuenta una historia que es completamente falsa y, por otro lado, una precuela de ‘La dama del perrito’.

Este ingeniero madrileño es un lector empedernido que escribe desde siempre y que ya en los 90 quiso publicar su primera novela. No consiguió su objetivo, pero fue un gran aprendizaje: “Me hicieron el mayor favor que le pueden hacer a alguien que está intentando escribir, pero no va por buen camino. Me dijeron que tenía que aprender a escribir antes de escribir y, aunque fue duro, fue muy bueno para mí”, cuenta Lorenzo. Tras ese consejo, se apuntó a un taller literario, donde estuvo mejorando el estilo. Después de varios años formándose, se atrevió a llamar a la puerta de la editorial Adarve y hoy presenta estos relatos sobre ficción histórica.