- (En la noche tetuanera, una sombra avanza sigilosamente por Bravo Murillo…).
- ¡Eh, usted, deténgase! ¿Dónde va de esa guisa?
- Ostras PePita, qué susto me has dado. ¿Es que tú no duermes nunca?
- ¡PaSOtE! Tú tenías que ser. ¿No irás otra vez a intentar tirar el palitroque de Calatrava?
- Ganas no me faltan, no te creas, vaya desperdicio de dinero… Pero no, tengo que hacer una ñapa en un edificio…
- Ya, una ñapa. Vas camino o de la Junta o del Triángulo de Oro.
- Huy, el Triángulo de Oro no, que eso es un obrón, vamos, ni más ni menos que un año cerrado. A ver dónde hago yo deporte ahora.
- Vamos, no busques excusas que tu único deporte es el ‘sillón ball’.
- Pues no señora, justo este año iba a apuntarme a natación y van y lo cierran, así no hay quien se comprometa con el deporte…
- Bueno, el Díaz Miguel tiene piscina, el Playa Victoria también…
- Ejem, me pillan más retirados, otro año será. Bueno, te dejo que voy a trabajar un poquillo.
- (PePita le observa de arriba abajo). A ver si adivino: escalera al hombro, bote de pintura, brocha gorda… ¿No te habrás hecho grafitero?
- No exactamente…
- Hijo, ¿qué vas a pintar?
- Bueno, yo, esto, iba a cambiar el color de la Junta…
- ¿Qué? ¿Por qué? Ese rosa pastel tan precioso, orgullo de los tetuaneros.
- No me gusta PePita. Cada vez que paso por ahí me da urticaria.
- ¿Y se puede saber qué color llevas en el bote?
- Eh, bueno, eh…
- Madre mía, te temo, ¿cuál leñe? ¡Suéltalo ya!
- El negro.
- ¿Negro? Ni que estuviéramos de luto.
- Lo estamos PePita. El PP ha vuelto.
- ¡Ésa es una gran noticia para Tetuán! ¿O acaso preferías a pAnHORitA y su banda?
- No, prefiero a mi Pepu, que vuelva tIbU, que le echo de menos (se echa a llorar).
- Venga, venga PaSOtE, vamos a casa a dormir (le agarra por el hombro y da la vuelta Bravo Murillo abajo).
- Pero si tú no duermes nunca. Siempre me pillas y son las tres y media de la mañana. Nada me sale bien.
- Verás qué bien con la nueva concejala. Hala, ea, ea.