Pone en contacto a personas mayores con voluntarios de la zona
El proyecto Grandes Vecinos llega a Tetuán
Tetuán 30 días, 4 de octubre de 2016
“Grandes Vecinos” es una idea de la Fundación Amigos de los Mayores (en Francia, Les petits frères des Pauvres), para crear relaciones de amistad entre personas de la tercera edad y voluntarios que residan en el mismo barrio. Después de los distritos de Centro y Chamberí llega a Tetuán, donde acaba de ponerse en marcha.
“En la fundación trabajamos desde hace 13 años, con personas de avanzada edad en situación de soledad extrema y nos dimos cuenta de que había un grupo muy numeroso que se quedaba fuera: mayores que viven solos, tienen un buen estado físico y psíquico y una vida más o menos completa, pero a los que les iría bien algo de compañía, ayuda en tareas puntuales, conocer a alguien con el que hablar de vez en cuando…”, explica Irene Gil, responsable del proyecto "Grandes Vecinos".
La forma de darlo a conocer entre este colectivo (también está presente en otras ciudades de Europa y América Latina) es a través de los centros de mayores y de salud de cada barrio (el Centro Madrid Salud de Tetuán es uno de sus colaboradores). Así fue como María supo de ellos.
María y Manuela
María tiene 84 años y dos hijos. Es viuda y durante toda su vida fue encargada de una perfumería, por lo que echa de menos el contacto diario con el público. Aunque es una mujer muy activa (come todos los días en el centro de mayores Pamplona, donde además asiste a varios talleres), se inscribió en “Grandes Vecinos”, para conocer gente y compartir con ellos ratos y experiencias, después de haber alojado en su casa a una estudiante extranjera, dentro del programa Convive.
María pasó una entrevista con Irene, que le presentó a Manuela, colombiana de 33 años, divorciada y madre de un hijo, la cual trabaja en una agencia de publicidad y vive muy cerca. “Es majísima y muy atenta”, dice María de Manuela, con la que queda casi todos los domingos para tomar algo o acompañarla con su hijo al parque.
“Además, nos llamamos por teléfono”, continúa la voluntaria, que reconoce sentirse muy satisfecha de poder regalar un poco de su tiempo libre a María y muy contenta con que su hijo, que tiene a sus abuelos lejos, pueda tener contacto con una persona mayor, “que tanto pueden aportar”.
Cómo funciona
Para formar parte de esta iniciativa sólo hay que ser mayor de 18 años, en el caso de los voluntarios, y de 65 en el de los mayores, aunque también existe la figura del vecino dinamizador, que puede tener asignada una persona mayor, pero además se ocupa de otras funciones, como presentar y difundir el proyecto, hacer entrevistas... “No requiere mucha dedicación”, apunta Irene Gil, la coordinadora, con la que los interesados deben ponerse en contacto en el 91 359 93 05. “Parados, autónomos, prejubilados, estudiantes…, los perfiles son muy diversos, porque cada uno decide el tiempo que quiere dedicar. El compromiso se establece entre las dos partes”, prosigue.
Una vez realizada la actividad, el voluntario publica lo que ha hecho en una plataforma en Internet, a la que sólo tienen acceso los participantes: de ese modo los organizadores llevan un control y Manuela puede saber con seguridad que, por ejemplo, María lleva un mes sin tomarse una cerveza al aire libre.
Cristina Sánchez
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