Las obras de la sede de Metro en la avenida de Asturias superan su ecuador

Está previsto que concluyan en la primera mitad del 2021


La silueta de la futura nueva sede de Metro de Madrid ya emerge por entre las estrechas y empinadas callejuelas de La Ventilla. Los trabajos de construcción avanzan “a buen ritmo” y afrontan ya el decimocuarto mes desde el inicio de las obras de esta primera fase del proyecto, que transformará unas antiguas cocheras de Metro en un Centro Integral de Transportes. “En estos momentos la estructura del edificio ya está concluida y el volumen que se ve ya es el definitivo de la que será la nueva sede de Metro”, cuenta el arquitecto y director de obra, Manuel Leira.

La previsión de Leira es que las obras concluyan durante el primer semestre del próximo año, por lo que quedan menos de 12 meses de trabajos. El objetivo es que los primeros trabajadores puedan trasladarse nada más concluir la construcción de un edificio donde trabajarán más de un millar de empleados del suburbano, y que en la actualidad se reparten en varias dependencias.

Por el momento, el esqueleto de la construcción, de corte industrial, evoca a las cubiertas inclinadas de las antiguas cocheras, con dos picos que sobresalen y en los que se ubicarán sendos jardines. Los siguientes pasos serán concluir las fachadas cortas y el cerramiento exterior, así como iniciar las instalaciones y todo el trabajo por dentro del edificio.

12 plantas y 60 metros

La futura sede de Metro de Madrid tendrá 12 plantas, tantas como líneas tiene el suburbano, y estará ubicada en la parte más baja del solar. Contará con una altura máxima de 60 metros, inferior al más de centenar de metros de las Torres Kio o a los 90 del Obelisco de Plaza de Castilla, “pese a lo cual el inmueble asomará un pico arbolado en el skyline madrileño, que representará además al único edificio público en esa silueta”, explica Leira.

La crisis sanitaria apenas ha supuesto un contratiempo para el desarrollo de los trabajos. La obra paró únicamente 10 días a comienzos de abril, coincidiendo con la parte más dura del confinamiento. Posteriormente ha proseguido con un horario reducido, y desde hace semanas se trabaja ya a ritmo normal, extremando eso sí las precauciones. “El sector de la construcción está muy preparado en este aspecto, usa todo tipo de material para protección, así que al final solo ha sido añadir algún elemento más”, explica el arquitecto. “En cuanto al edificio, el proyecto ya cumplía toda la normativa en cuanto a ratios de metros cuadrados por trabajador, la certificación WELL, que viene a ser un sello que mide el confort en oficinas, la renovación del aire…”, añade.

Más oficinas y un parque central

La futura sede de Metro de Madrid será el primer edificio del denominado Centro Integral de Transporte (CIT), un hub que centralizará espacios de oficinas y servicios relativos a la movilidad y el transporte en la Comunidad de Madrid, y que incluirá un parque central abierto al público y un museo del suburbano. Una vez finalizada la sede de Metro, se iniciará una segunda fase en la que se levantarán el resto de edificios, instalaciones y zonas verdes. 

El proyecto ocupa una manzana completa de más de 18.000 metros cuadrados entre la avenida de Asturias y las calles de Magnolias, San Benito y San Aquilino, muy cerca de la Plaza de Castilla. En dicho espacio se ubicaban hasta hace poco unas antiguas cocheras de Metro construidas en 1965 y en desuso desde 2012.

El CIT cuenta con un presupuesto de 26 millones y pretende dar valor a un solar en desuso, que sirva para “coser la ciudad” mediante la creación de un parque central en el espacio interbloques, que otorgará un papel destacado al antiguo depósito de agua, como icono del jardín y punto de encuentro para grupos y actividades. Además, se instalará una pasarela para superar el desnivel de hasta 12 metros de la parcela.


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