QUE DEJEN DE TRAFICAR DELANTE DE MIS HIJOS
Jesús Cicerón, 1 de octubre de 2006
Agradezco la oportunidad de poder dirigirme a Uds. y, espero que esta carta llegue a publicarse y se extienda a más ciudadanos que, como yo, soportamos una situación de locura diaria entre las calles de Almansa, Topete, Carnicer y las que día a día se van sumando. No se trata de xenofobia, ni racismo, se trata de igualdad de derechos para los que vivimos en el barrio de Tetuán respecto de aquellas personas mayoritariamente inmigrantes que utilizan éste distrito para traficar con todo tipo de drogas, hasta la hora de la madrugada que les parece bien, después de crear constantes disturbios públicos de los que tiene constancia la Comisaría de Tetuán para finalmente irse a dormir a zonas tranquilas con sus hijos y donde no se les conoce cómo lo que son: delincuentes... (hácense llamar por ellos mismos porteros de discoteca), si de la vía pública. Todo esto ya es sabido también por la Junta de Distrito, y la respuesta de unos y otros es que este problema afecta a muchos madrileños que ven como sus hijos crecen en un ambiente dañino en todos los aspectos, y llegamos a Europa y es un poco más de lo mismo. Algo debería cambiar por el bien de todos, o ¿debemos esperar más violencia? Por cierto, mi mujer es ciudadana europea, y salvo que renuncie a su nacionalidad jamás podrá optar a la doble nacionalidad que otros (y no todos) consiguen por un matrimonio pactado. Esto es una llamada de auxilio y de igualdad de derechos en el respeto de la convivencia pacífica. Gracias por esta oportunidad de expresión y ojalá cese esta constante denuncia que a todas las personas de buena fe nos preocupa en el barrio o las zonas centro de Madrid.