Quiero denunciar, a través de su periódico, el mal funcionamiento de la sanidad pública. Hace unos días acudí al centro de salud de Bustarviejo, donde tenía cita para las cuatro y media de la tarde. Al llegar allí la sala estaba llena de gente para que le atendiese la misma médico, que ese día no estaba y en su lugar había una suplente.
La gente empezaba a ponerse nerviosa porque algunos tenían cita para las tres y media y tres cuartos de hora después seguían sin ser atendidos. Alguno perdió la paciencia y aporreó la puerta de la médica, que se tiraba más de 5 y 10 minutos con cada persona. Al final, salió y empezó a gritar a una pobre anciana que sólo quería saber si ya la habían llamado, diciéndola que eso no era un supermercado y que esperase como todos.
Yo decidí largarme de allí. No quiero que me atiendan este tipo de personas. Seguro que soportan mucha presión y tienen estrés. Si es así, que se receten algo para calmarse y atiendan con respeto y profesionalidad. Para eso les pagamos.
¡VAYA SANIDAD!
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