La pintura de Marisa Alberca, por “asfalto, tierra y agua”

Hasta el 31 de mayo, en el Museo Tiflológico de la ONCE


El Museo Tiflológico de la ONCE (calle de La Coruña, 18) acoge hasta el 21 de mayo la exposición ‘Asfalto, tierra y agua’, que reúne 12 obras de la pintora con discapacidad visual Marisa Alberca.

Esta madrileña, nacida en 1958, se inició desde muy niña en el dibujo. No obstante, a los 16 años se decantó por estudiar Enfermería, aunque, según explica, “nunca me aparté de mi lápiz, sanguina, rotulador o bolígrafo, y en autobuses, descansos entre clase y clase, conversaciones telefónicas, salas de espera… sacaba mi cuadernillo”.

Desde los siete años comenzó a tener problemas visuales y fue perdiendo agudeza visual, hasta ir viendo luces y sombras, aunque sin llegar a la ceguera total. Esto no le impidió tomar clases de pintura al óleo en la Academia Villalar o acudir a dibujo de modelo en el Círculo de Bellas Artes, a lo que le seguiría la pintura acrílica y con ella las técnicas de agua, como las acuarelas y el gouache.

A principios de los 90 deja su trabajo de enfermera debido a su deterioro visual, afiliándose a la ONCE en 1996. El apoyo logrado en la organización con las técnicas de rehabilitación visual le permiten continuar pintando y la pintura se convertiría en su mejor terapia, tanto física como mental.

Marisa Alberca utiliza los colores a su manera, de forma un tanto personal y difícil de entender por las personas que ven. Poco a poco se introduce de un modo intuitivo en la selección del color, siendo su fuerte la pintura rápida. En 2014 obtuvo el segundo puesto en el XVI Certamen de Pintura Rápida de Moratalaz, y de 2011 a 2016 formó parte del grupo de artistas ‘Arte en la calle’, con exposiciones en plazas y en centros culturales de Madrid.

Foto: Museo Tiflológico.


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