EDITORIAL ABRIL 2016: Seguridad objetiva o subjetiva

Los últimos acontecimientos que se están produciendo en Tetuán, están provocando que vuelva a estar en boca de todos la pregunta de si vivimos en un distrito seguro. Una cuestión que hemos trasladado a la persona que mejor conoce los datos y que puede opinar con conocimiento de causa sobre este tema tan importante para la ciudadanía: el comisario jefe de la Policía Nacional en Tetuán, Miguel Ángel González Reglero.
En la entrevista que publicamos en este número, es muy claro y sincero al expresar que es cierto que han aumentado los delitos, pero que aun así se trata de un distrito seguro, si bien, asegura, “parece que se quiere dar la impresión de que aquí andamos a tiros, y no es así”. Por supuesto, el repunte de los delitos hace que se esté trabajando para atajarlos y para tratar de evitar que esta realidad actual vaya a más. Pero es fundamental no ser alarmistas, para que los vecinos no se sientan inseguros, porque como dice el comisario jefe, “estadísticamente no hay mayor inseguridad”.
Otra cuestión es que esa sensación de inseguridad sea meramente “subjetiva”, sobre todo en algunas zonas del distrito como Azca, y muy especialmente durante la noche y los fines de semana. Un lugar en el que existía una comisaría, cuyo objetivo era evitar que se produjesen altercados, en algunas ocasiones incluso con armas de fuego, lo que lo convertía en peligroso y muy inseguro. El propio comisario jefe nos explica en esta entrevista que “la comisaría de Azca está cerrada desde septiembre, porque no se dan las condiciones para operar desde allí. He intentado que se reabra, pero no hay presupuesto para acondicionarla”. No es grave el hecho de que se haya cerrado, porque en realidad no cumplía con el trabajo que tenía encomendado, lo grave es que no haya dinero para reabrirla en otras condiciones, que den tranquilidad nocturna a toda esta zona tan emblemática del distrito. Es de esperar que el plan de reforma que está contemplado llevar a la práctica en Azca, termine de una vez por todas con esta inseguridad, objetiva y real.
No obstante, batallas campales aparte, como la vivida en Jerónima Llorente entre dominicanos y policías, o incidentes aislados, lo cierto es que en Tetuán no hay problemas de bandas y, lo que es más importante, cada vez existe una mayor integración entre la población inmigrante y la autóctona del distrito, lo cual facilita el que esa inseguridad “subjetiva” también vaya desapareciendo. Conscientes de que los Cuerpos de Policía Nacional y Municipal seguirán trabajando para que descienda el número de delitos y para que Tetuán sea un distrito más seguro, no podemos dejar de condenar las dos amenazas de muerte que ha recibido la concejala-presidenta del distrito, Montserrat Galcerán; igual que no dudamos en criticar lo ocurrido en el pasado Pleno de febrero, no podemos callarnos tampoco ante quien trata de amedrentar cobardemente a la representante de los vecinos. Ojalá el regreso del respeto, la educación y la convivencia pacífica sean, cuanto antes, las mejores noticias que tengamos que dar.