La actualidad hastía este mes a Oshidori, que ve encima cómo llega la primavera, con lo peligroso que eso es para la productividad. Y lo que ahuyenta a las musas.
Me ha cogido de improviso
la astenia primaveral
cuando tenía que elegir
un tema de actualidad
y buscar las asonantes
de este romance mensual
que desde hace 12 años
tienen a bien publicar.
La flojera, la fatiga
o el pecado capital
de la pereza me llegan
cuando el sol suele asomar
y hace día de paseo
y sale Madrid a pasear
y se cambia en el armario
bufanda, gorro, anorak
por las sandalias y el short
que cubre poco, y cubre mal
pero que a algunas les sienta
mejor que fenomenal.
Las terrazas en el foro
están casi a reventar
pues no hay crisis tan profunda
que nos deje sin tomar
el preceptivo vermú
cuasiconstitucional,
mientras leemos el periódico
–los pocos que lo leen ya–
o miramos al tendido
o nos ponemos a hablar
de lo caro que está todo
y de que en junio hay Mundial.
Mas si el buen tiempo propicia
la galbana laboral
mayor molicie te coge
cuando tienes que mirar
qué ocurre por estos predios
do ni de casualidad
hallas un caso que a risa
uno se pueda tomar.
Cuando no son los hastiados
marchando «con dignidad»
son los vándalos violentos
destrozando la ciudad;
la educación, el aborto,
el desempleo pertinaz,
los ministros de Rajoy,
el badulaque de Mas,
los hipócritas que loan
a Suárez de funeral,
la sanidad, los impuestos
y el estamento arbitral
dándole puntos al Barça
como ya es habitual.
A la vista de estos temas
no me queda más que holgar
mismamente cual si fuera
un enlace sindical.
Oshidori
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