Indignados y vecinos logran paralizar un desahucio

Unas 500 personas se concentraron en la calle del Naranjo

Según la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Madrid (PAH), durante el primer trimestre de 2011 se desahuciaron a 15.450 familias en España, un 36% más que en el mismo periodo de 2010. Esta asociación creada en Cataluña en 2009 ha paralizado ya más de 10 desahucios en esta Comunidad y unos 16 en la de Murcia. El pasado 15 de junio la corriente de solidaridad ciudadana llegó hasta Madrid, donde unas 500 personas se concentraron en la calle del Naranjo para evitar el desalojo de una vivienda en el número 14. Dos días más tarde se consiguió frenar otro en Parla.
“Todo esto tenía que haber pasado mucho antes. Es una vergüenza cómo nos manipulan los bancos. Ahora se están removiendo cosas que ya teníamos totalmente asumidas que van contra los principios humanos”, exponía una vecina de Estrecho de 30 años simpatizante de la acampada de Sol que ahora participa en la asamblea vecinal de Chamberí.
Además de miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Madrid, quienes convocaron la concentración a través de Internet; del Movimiento Democracia Real Ya, que la apoyó y le dio un mayor alcance, y de personas cercanas al 15-M, en la calle del Naranjo se daban cita vecinos de a pie que iban a apoyar el acto porque “mañana me puede pasar a mí”.
También estaba presente la Coordinadora de Ecuatorianos en España (Conadee), que lleva organizando protestas y prestando apoyo desde 2008 a los afectados por el impago de las hipotecas y cuyo abogado explicó el funcionamiento legal en estos casos: “Concluido el procedimiento hipotecario el juzgado emite la diligencia o lanzamiento judicial: se envía a una comisión judicial para que tome posesión del inmueble. Si se congrega una gran cantidad de gente a las puertas de la casa en desahucio el juez no puede entrar en ella (aunque puede solicitar que la policía bloquee los accesos a la calle), así que redacta un acta manifestando la imposibilidad de practicar la diligencia. Tras esto se establece otra fecha para el lanzamiento judicial, hasta que, si ocurre lo mismo en repetidas ocasiones, a los bancos no les queda más remedio que llegar a un acuerdo con el desahuciado, normalmente, la prórroga del pago. Lo que está sucediendo hoy aquí es sin duda una fórmula efectiva y el único modo de paralizar un desalojo”.
Cristina Martín, de 35 años, es otra persona de las muchas afectadas por la hipoteca en España. Miembro de la PAH, cuenta que se le concedió un crédito puente en 2007 para adquirir su segunda vivienda, y que al no conseguir vender este inmueble, estar en el paro y no tener aval, “el banco se lleva las dos casas”.


APOYO FÍSICO Y MORAL

La Asamblea de Tetuán (una de las organizaciones vecinales surgidas del Movimiento 15-M, las cuales cuentan con una comisión específica de desahucio), fue también a apoyar esta causa. Uno de sus miembros, Francisco García, interpretó el acto como “una victoria, aunque no nos dormiremos en los laureles: todos somos víctimas del mismo problema, así que seguiremos viniendo todos los días que haga falta”.  
El vecino de Tetuán víctima del desahucio se llama Anuar, tiene 55 años, es de origen libanés y vive con su mujer y su hija adolescente. El banco le concedió un préstamo de 215.000 euros a 27 años, más otro de 35.000 para abrir una panadería, hasta que la crisis y el mal funcionamiento de su negocio le llevaron a no poder hacer frente a los pagos.
“Los desahuciados se sienten avergonzados ante sus conocidos y esconden lo que les ocurre. Necesitan de un gran apoyo moral”, decía por el altavoz uno de los afectados de Madrid.

Cristina Sánchez


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