EL NUEVO INTERCAMBIADOR DE PLAZA DE CASTILLA YA ES UNA REALIDAD

Es la infraestructura de transportes más grande de España

Con varios meses de retraso, el pasado 7 de febrero se abrió al público el nuevo y esperado intercambiador de Plaza de Castilla, que beneficiará a unos 270.000 viajeros cada día. Con 60.000 metros cuadrados distribuidos en tres plantas, esta nueva infraestructura, que además es la más grande de estas características en España, cuenta con 29 dársenas para el estacionamiento de los autobuses, así como también con un aparcamiento público de 400 plazas. El intercambiador acoge 40 líneas de autobuses interurbanos, 19 de la Empresa Municipal de Transporte (EMT) y las líneas de Metro 1, 9 y 10. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, inauguró un día antes (el 6 de febrero) el nuevo intercambiador junto con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Además, también estuvieron presentes, el consejero de Infraes-tructuras y Transportes, Manuel Lamela, el vicepresidente primero de la Comunidad, Ignacio González, así como la concejal-presidenta de Tetuán, Paloma García Romero y los alcaldes de varios de los municipios de Madrid que se benefician con la puesta en marcha de la nueva infraestructura. MEJORAR EL TRÁFICO Durante el acto de inauguración, Ruiz-Gallardón destacó “el fuerte compromiso con el transporte público, la sostenibilidad y el desarrollo. Un intercambiador que no sólo favorece la interconexión y hace los desplazamientos más cómodos y ordenados, sino que permite una recuperación de zonas de superficie que racionaliza el uso del espacio público, además de mejorar el tráfico”. Por su parte, Esperanza Aguirre señaló que “gracias al nuevo intercambiador, el más grande de los que se han construido hasta la actualidad, los 7.000 autobuses que tienen parada diariamente en Plaza de Castilla podrán conectar con tres líneas de Metro, y ubicar sus dársenas en las tres plantas subterráneas de esta infraestructura, con lo que se reordenará el tráfico en superficie”. Además, añadió que “los usuarios notarán una gran mejora en el servicio de los autobuses, pues el intercambiador se ha dotado de túneles subterráneos que permiten una conexión rápida y directa con la carretera de Colmenar y la autovía de Burgos, reduciendo así las distancias y los tiempos de recorrido, y evitando la interferencia de peatones y vehículos que se producía en el anterior intercambiador”. Asimismo, la presidenta anunció que “la Comunidad de Madrid se pondrá manos a la obra con la fase dos del Plan General, que incluye la construcción de dos nuevos intercambiadores, en Conde de Casal y en Chamartín, y la ampliación y modernización del de avenida de América”. A su vez, la concejal-presidenta de Tetuán, Paloma García Romero, afirmó en esta inauguración que “se trata de una magnífica noticia para el distrito de Tetuán, disminuye el número de autobuses que circulan por la superficie y de las personas que a diario atraviesan Plaza de Castilla. Los usuarios pueden coger el Metro sin acceder a la calle. Además, la ciudad gana espacio para pasear, creándose espacios verdes y haciendo una ciudad más humana”. FUERTE INVERSIÓN La construcción de este nuevo intercambiador de Plaza de Castilla, que ha supuesto una inversión de 102 millones de euros, se encuentra dentro del “Programa de Infraestructuras para la Mejora de la Movilidad” impulsado por el Ayuntamiento de Madrid, cuyo objetivo es, según el alcalde de la ciudad: “Configurar un nuevo modelo de movilidad más fluido y menos agresivo”. Este intercambiador dará servicio no sólo a los residentes de la ciudad de Madrid, sino también a los ciudadanos de otros municipios que acuden a diario a la capital: “60 municipios de la región, es decir, uno de cada tres, canalizará desde aquí sus comunicaciones por autobús con Madrid”, explicó Gallardón. El desarrollo de la segunda fase del intercambiador de Plaza de Castilla permitirá la puesta en marcha de nuevas dársenas y la remodelación de las zonas en superficie, que ahora emplean los autobuses interurbanos, para dotar a la EMT de una nueva terminal.

GLORIA G. CARRILLO