Una consultora cede espacios a los vecinos para realizar actividades
¿Salvar el mundo haciendo marketing?
Tetuán 30 días, 6 de mayo de 2015
“Apertura, rigor, compromiso, innovación, ilusión y coherencia. Éstas son las herramientas que tenemos para que cuando miremos ahí fuera podamos decir: somos lo que hacemos”. Esta declaración de intenciones está colgada en la puerta de “Quiero salvar el mundo haciendo marketing”, , y resume perfectamente la filosofía de esta curiosa iniciativa empresarial.
Su fundador, José Illana, concibió un modelo de consultora que aunara los objetivos económicos del marketing con la sostenibilidad. Al principio llevaba la cartera de clientes en solitario, pero poco a poco fue incorporando profesionales que también creyesen en su idea. “Quiero”, como lo llaman sus integrantes, busca soluciones sostenibles para proyectos de todo tipo de organizaciones. Pueden trabajar con una ONG o con una gran multinacional, siempre y cuando exista un compromiso sostenible.
También se diferencian del resto de empresas en que ellos no sólo hacen lo que les piden sus clientes, sino que además llevan a cabo sus propias acciones, porque creen que son necesarias para la sociedad. Incluso es curioso el formato que utilizan para este tipo de prácticas: durante 24 horas reúnen a un grupo de profesionales en una materia, para que durante la convivencia indaguen diversas soluciones a un problema.
“En Tetuán aún se juega en la calle”
“Quiero” comenzó su andadura hace seis años y durante todo ese periodo ha cambiado varias veces de emplazamiento. José Illana dice que “somos la pyme que más veces ha cambiado de sitio, pero nos gusta Tetuán porque es de los pocos distritos de Madrid donde todavía se puede ver a los niños jugando en la calle”. Como el local es muy grande, se les ocurrió una iniciativa revolucionaria: ceder parte del espacio a los vecinos para que realicen todo tipo de actividades, desde cursos gratuitos hasta reuniones políticas. “Eso sí, somos una empresa y como tal tiene que haber entrada y salida de dinero, para que nuestros proyectos sean sostenibles en el tiempo”, argumenta Esther Fernández, directora de tecnología social.
La última propuesta que han puesto en marcha ha sido una idea pionera a nivel internacional. Se trata de un encuentro de tres días en Barcelona que congregaba empresas, Administración Pública –el Ayuntamiento de Barcelona– y ciudadanía. Siempre con el objetivo de vincular la sostenibilidad al negocio, pero teniendo en cuenta las necesidades de la población. Porque para Esther Fernández, “es muy enriquecedor ver cómo lo que estás haciendo repercute en un entorno cercano. Queremos tener contacto directo con las personas con quienes convivimos, y comprobar que un pequeño acto puede cambiarles la vida”.
Laura Conde
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