TETUÁN EMPRENDE: Otra forma de crianza y maternidad

La Casita de Algodonales apuesta por los sistemas tradicionales y asesora en el cuidado de los bebés

Tania es madre desde hace dos años. Cuando supo que iba a tener un hijo empezó a investigar sobre la crianza de los bebés, hasta que un conflicto laboral con su empresa le hizo plantearse ese interés como una salida profesional.

Entonces creó La Casita de Algodonales, una tienda online donde ofrece desde pañales de tela hasta portabebés ergonómicos, como los fulares, el meitai o la tonga, artesanales o confeccionados en pequeños talleres de España y Portugal, pues su proyecto apuesta, además de por vivir una maternidad más pura, por consumir el mínimo de recursos naturales.

En su blog, Tania habla de la lactancia, de la comunicación con el hijo…, y a través de vídeos explica cómo poner en práctica algunos sistemas de cuidados tradicionales, e incluso ancestrales, de los que también asesora a domicilio.

Uno de ellos es el llamado “bebés sin pañales” o “elimination communication”, en inglés, un modo de higiene natural que se sigue utilizando en China, India y en el continente africano. “Es una forma de conocer a tu bebé, sus tiempos y ritmos; saber leer sus señales, observar qué suele hacer antes de hacer pis y caca e invitarle a relajarse para que lo haga en el lugar elegido. Para él, más importante que el lugar es la postura y tus señales”, cuenta Tania, que en poco tiempo publicará un libro sobre ello, para el que ha entrevistado a ancianas y personas de distintas culturas.

Algo parecido ocurre con los portabebés, que facilitan el contacto entre el hijo y los padres. “El bebé ha pasado todo un embarazo en el vientre materno. Al nacer, el portabebés ergonómico le permite seguir sintiéndose mecido por tus pasos y arropado por tu calor”. Tania ha recibido varios cursos de porteo, que es la técnica de colocar y llevar al niño con los diferentes artículos que existen para ello, y es una gran defensora: “Permiten a los padres tener las manos libres mientras cuidan de sus hijos, facilitan la integración del bebé en la vida cotidiana (por ejemplo, ven y escuchan al mismo nivel del adulto) y hacen más fácil salvar obstáculos arquitectónicos de la ciudad o acceder al transporte público”. No obstante, esta madre y empresaria insiste en que en la crianza no es todo o nada y que se puede ir probando y combinar el uso de las técnicas que mejor se adapten a la vida de la familia.

Entre los planes de futuro de Tania también está abrir una tienda en el barrio, con toda esta sabiduría.

Tetuán 30 días