Una “corrala” social en plena Ventilla

Casa San Ignacio aúna formación, empleo y ocio

La labor de los jesuitas a favor de los vecinos más vulnerables del barrio de La Ventilla arranca en los años 20 del siglo pasado, y de ella quedan muestras como el colegio Padre Piquer o el centro de atención a inmigrantes Pueblos Unidos. A ambos se ha unido desde hace unos días la Casa San Ignacio (Geranios, 30), un proyecto que reúne todas las obras sociales de la Compañía de Jesús en la ciudad.


Un edificio de 1.800 m2 cuya reforma ha llevado a cabo durante dos años la empresa de inserción Amoverse, una de las obras que precisamente tiene sede en la Casa y que da formación y experiencia laboral a jóvenes en el sector de la construcción.


Como explica el director de esta “corrala” social, el jesuita Higinio Pi: “La corrala madrileña inspira el trabajo de esta casa. La filosofía es que los lugares de trabajo son pequeños, pero hay mucho espacio común para todos, reuniones, salas… Es más productivo el café de las 11 de la mañana que mil reuniones”.
Esta nueva iniciativa pretende ofrecer oportunidades a nivel de empleo, educación en el ocio y tiempo libre o voluntariado a personas del barrio y de fuera. Está estructurada en tres áreas verticales: Menores y Familia; Laboral, y Espacio de crecimiento personal y espiritual. Y otras tres transversales: Formación, Voluntariado, y Participación Local y Trabajo en Red.


El Área de Menores y Familia presta apoyo a estos colectivos que están en situación de vulnerabilidad social, y la forman tres proyectos: La Casa de la Juventud, para menores; Conecta Ventilla, de apoyo a adolescentes en los centros escolares, y el Plan Familia. Para La Casa de la Juventud se ha aprovechado el que ya se llevaba a cabo en Pueblos Unidos, “muy apegado al barrio”, y consta de cuatro espacios, dos para infancia y dos para adolescencia, que “de cara al barrio, ha tenido una acogida maravillosa”, explica Belén Paños, directora del proyecto más específico de la barriada de cuantos componen la Casa.

Los otros “habitantes” de la Casa

La dimensión laboral de la Casa San Ignacio se ofrece en diferentes esferas. De manera directa, a través de una empresa de inserción laboral para jóvenes y del espacio de coworking Espacio Geranios; y de manera indirecta con la formación que ofrece Radio Ecca –una entidad educativa que ofrece formación para adultos–, o el Proyecto Incorpora de la Caixa, cuyo objetivo es la inserción laboral de personas en exclusión social.


El Espacio Geranios ofrece un lugar de trabajo con la opción de usar las salas comunes y de compartir sueños e ideas con los compañeros, con un matiz especial: su objetivo es acoger iniciativas económicas con beneficio social, conectando personas, grupos, proyectos, recursos e información. Entre las empresas y oenegés presentes cabe citar a Serena, Agua de Coco, Amigos de Nyumbani o el proyecto Vives Emplea de Acción Contra el Hambre.


Otras de las obras sociales jesuitas que habitan la Casa son las delegaciones de Madrid de la oenegé Entreculturas, de cooperación al desarrollo, la Fundación San Juan del Castillo, volcado en la atención de la población inmigrante, y el proyecto Red Genera, dedicado a los microcréditos, autoempleo y ahorro ético. Por último, Casa San Ignacio también pretende potenciar el crecimiento personal y espiritual a través de coloquios y dispone de la capilla “Espacio Arrupe”.


El edificio pertenecía anteriormente a las Damas Catequistas, donde ofrecieron durante años diversos proyectos de su Obra Social y Cultural Sopeña (OSCUS) a los habitantes del barrio. Con esta nueva “corrala” social, la Compañía de Jesús amplía y cohesiona su ya tradicional presencia en La Ventilla, que iniciara hace casi un siglo el Padre Rubio.

Tetuán 30 días


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