El solar se sumará a los otros dos adyacentes para construir viviendas de lujo
Cuenta atrás para el derribo del edificio en ruinas de Bravo Murillo, 336
Tetuán 30 días, 31 de marzo de 2025
Se acerca el fin para el solitario y abandonado edificio situado en Bravo Murillo, 336. Siete años después de que una promotora comenzara a anunciar la construcción de viviendas de lujo en el solar adyacente al de la esquina con la calle de Amalia, el Ayuntamiento de Madrid acaba de aprobar el plan especial para la nueva promoción residencial, que se ampliará ahora al citado edificio y al otro solar colindante.
El desmontaje de lo que queda del único inmueble en pie de la parcela comenzó hace unas semanas, según ha publicado ‘Eldiario.es’, si bien en los últimos días parecen haberse ralentizado los trabajos.
El inicio de la construcción del nuevo bloque, no obstante, deberá aguardar a que finalice el periodo de información pública del plan, añade el diario digital.
El proyecto pretende agrupar cuatro parcelas urbanísticas, situadas en los números 334, 336 y 338 de Bravo Murillo, para la construcción de un bloque de uso residencial promovido por Guindalera Inversiones. El edificio resultante contaría con 33 viviendas, trasteros, garajes, locales comerciales y piscina, y el acceso sería por el número 334.
Un inmueble con 115 años
Aislado entre los dos solares, el edificio de Bravo Murillo se construyó en 1910, y desde hace años permanece tapiado y muy deteriorado. No obstante, el inmueble está incluido en el Catálogo General de Elementos Protegidos con grado ambiental, que proporciona una protección baja. Algo que, según el concejal socialista Antonio Giraldo, “no garantiza el mantenimiento de la fachada”, publica ‘El Periódico de España’. “Habrá que ver bien el expediente cuando salga”, añade.
El abandono, en cualquier caso, ha precipitado su inminente demolición. Hace un año, el inmueble concitó las denuncias de los vecinos de la zona, debido a problemas de inseguridad, incluido algún conato de incendio.
El último suceso fue una intervención policial, que desalojó a una quincena de personas que residían ilegalmente en el bloque, tras una denuncia por el robo de una bicicleta. Tras comprobar la situación del edificio, los agentes avisaron a los bomberos, que comprobaron el estado de ruina.
Los solares a cada lado del inmueble ya fueron derribados hace años; el primero, el de la esquina con Amalia, sufrió en 2015 un derrumbe parcial, debido a la fatiga de los materiales, que no causó daños personales. En la otra parcela colindante se ubicó años atrás un restaurante chino y una cadena de congelados, y fue igualmente demolido años después del primero.
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