Es el sexto parque por extensión y el único espacio forestal de la almendra central
La Dehesa de la Villa, declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Paisaje
David Álvarez, 29 de diciembre de 2024
La Comunidad de Madrid ha aprobado declarar Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Paisaje Cultural, la Dehesa de la Villa de Madrid, “único espacio forestal dentro de la almendra central de la capital, que ofrece un relato del nacimiento y evolución de la ciudad, a lo largo de casi nueve siglos de historia”.
La Dehesa de la Villa se extiende por 64 hectáreas en el distrito de Moncloa-Aravaca, a pocos metros de Tetuán. De hecho, la acampada militar que se produjo en estos terrenos en 1860, tras la victoria en la Guerra de África, sirvió para bautizar el distrito. Aunque en su origen fue un bosque de encinas, se transformó paulatinamente en dehesa y en la actualidad es un pinar formado en su mayoría por pinos piñoneros y carrascos, donde también pueden contemplarse ailantos, acacias, cedros o cipreses, entre otros. Por extensión, es el sexto parque de Madrid.
En su interior cuenta con notables vestigios patrimoniales, tales como los restos del Paleolítico Inferior del yacimiento Achelense, el Viaje de Agua de Amaniel, un fragmento de la antigua Tapia del Pardo, el trazado de la Acequia del Norte o restos de construcciones de la Guerra Civil. Además de por sus valores históricos, botánicos y patrimoniales, la Dehesa de la Villa cuenta con un valor social e identitario, que radica en el hecho de haber sido desde hace siglos un espacio de uso público, lo que le otorga singularidad frente a otros espacios verdes, además de un fuerte vínculo con los barrios que le rodean.
Un bosque histórico
El origen histórico de este espacio se remonta a 1152, cuando el rey Alfonso VII de León donó estos terrenos a la Villa de Madrid, como recompensa por la ayuda prestada durante la Reconquista. Ya en el siglo XIV, el rey Enrique II de Castilla encarga la guarda de estos encinares de caza a su ballestero mayor, Don Lope de Amaniel, cuyo apellido daría nombre al bosque.
En la segunda mitad del siglo XV su uso se transforma para dedicarse en exclusiva a pastos para el ganado destinado a abastecer de carne la ciudad. Ya en el siglo XVII, entre 1612 y 1614, se construye en sus terrenos una conducción subterránea para trasportar agua desde un venero existente en la Dehesa hasta el Alcázar de Madrid. Es el llamado Viaje del Agua o de Amaniel, del que aún hoy se conservan elementos, como capirotes de piedra.
A finales del siglo XIX el alcalde Andrés Mellado promueve la reforestación de la Dehesa, con una plantación de 10.000 árboles, sobre todo pinos, que transforma el antiguo encinar en un pinar adehesado.
Desde comienzos del siglo XX, la Dehesa de la Villa es un espacio verde donde acuden los madrileños en días festivos, especialmente el Primero de Mayo, hasta que la Guerra Civil pone fin a estas jornadas lúdicas, al establecerse una línea de defensa en su interior. Durante esos años, la Dehesa fue escenario de fuertes combates entre los dos bandos enfrentados, cuyas huellas aún pueden verse en forma de trincheras.
A finales de los años 60, el “Cerro de los Locos” se convierte en lugar de cita para toreros, deportistas, acróbatas, pintores… que acuden allí casi a diario. También, en la carretera que cruza la Dehesa, se organizarán carreras de coches y motos. Finalmente, en el año 2004 los vehículos dejaron de circular definitivamente en su interior, alumbrando un siglo XXI en el que la Dehesa conserva en buena medida su carácter forestal.
La Dehesa de la Villa, hoy
La Dehesa de la Villa cuenta con más de un centenar de especies herbáceas, además de gran diversidad de fauna, siendo su mayor interés la avifauna, al ofrecer refugio a medio centenar de distintas especies de aves.
Por otro lado, cuenta con circuitos y espacios deportivos, paseos señalizados para la práctica del senderismo, miradores, parques infantiles, circuitos biosaludables, áreas de merienda y una senda botánica. Tras su cierre al tráfico, la antigua carretera se convirtió en ruta y senda ciclable, y cuenta también con un Centro de Información y Educación Ambiental para la divulgación y sensibilización ciudadana, desde el que mensualmente se organizan visitas guiadas, exposiciones y talleres.
Deje un comentario