Nadie confirma el porvenir del edificio propiedad del Instituto Nacional de Estadística (INE) que se levanta en el Paseo de la Castellana, 183, y su futuro sigue siendo un misterio tanto para ciudadanos como para los propios trabajadores que acuden cada día a las instalaciones. Desde hace unos meses, el inmueble conocido por lucir unos paneles cromáticos ideados por el artista plástico Pepe Cruz Novillo está rodeado por unos andamios y mallas repartidos por todo el edificio.
A lo largo de 2019, su deterioro se ha hecho más patente y el pasado verano se detectaron unas deficiencias a raíz del desprendimiento de uno de los cristales de la fachada a la vía pública. Este incidente propició la solicitud de medidas cautelares destinadas al mantenimiento de la seguridad del edificio y sus trabajadores y llevó al sindicato de Comisiones Obreras (CCOO) a denunciar este asunto ante la Inspección de Trabajo, que acudieron para realizar el examen pertinente.
Fuentes oficiales del INE informan de que el organismo todavía “no ha recibido ningún escrito sobre ese tema”, aunque en la actualidad se encuentran realizando “todos los trámites legales con el objetivo principal de reforzar la seguridad del personal”, siguiendo las actuaciones que les indican los organismos competentes como el Cuerpo de Bomberos de Madrid. En este sentido, después de la caída del cristal mencionada, la puerta principal se cerró ante la posibilidad de nuevos desprendimientos y, tras diferentes trabajos de apuntalamiento, a finales del pasado mes de diciembre el Cuerpo de Bomberos autorizó al edificio a reabrir la entrada principal. Durante el tiempo que estuvo cerrada los trabajadores y visitantes debían entrar y salir a través de la rampa del garaje que se habilitó con este fin.
Un traslado todavía “en el aire”
El edificio donde trabajan cerca de 750 empleados también se enfrenta a distintas posibilidades mientras se mejoran sus instalaciones. Desde el INE aseguran que están estudiando todas las opciones: “Tanto reestructurar el edificio con la gente, como la posibilidad de trasladarnos para que mientras se hagan las obras pertinentes estemos trabajando en otro lado” con el fin de evitar molestias a los empleados ocasionados por los trabajos de rehabilitación. Ante las diferentes alternativas afirman que el tema “no está del todo cerrado y no se ha dado una fecha tentativa de cuándo podría ser el posible traslado. Tampoco se sabe si éste sería “definitivo o temporal ya que está un poco en el aire”.
El edificio ubicado en el Paseo de la Castellana, 183, se encuentra a escasos metros de los juzgados de Primera Instancia de Plaza Castilla. Fue construido durante los años setenta y en 2003 se elaboró un estudio para proceder a su ampliación con otras tres plantas y recubrirlo con la llamativa fachada de colores que luce en la actualidad.
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