El Pleno de Distrito aprueba tres propuestas del Consejo de Proximidad
Tetuán pide cerrar Bravo Murillo al tráfico los domingos y declararla zona acústica protegida
David Álvarez, 4 de noviembre de 2024
El distrito sigue dando pasos, dentro de sus posibilidades, para transformar la calle más importante de Tetuán en un espacio más amable para el peatón. Tras la luz verde hace un año de un estudio para una actuación integral en Bravo Murillo, el último Pleno del distrito ha aprobado hasta tres proposiciones del Consejo de Proximidad de Tetuán relacionadas con este eje principal. Según este órgano de participación, el objetivo de las propuestas es “ayudar a perder el miedo a que Bravo Murillo deje de ser una autovía”, y “apoyar a que sea lo más ambicioso posible” el citado estudio, que actualmente están elaborando los técnicos del Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad.
La primera petición, aprobada por unanimidad, es solicitar que se abra un expediente para declarar Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) la calle de Bravo Murillo, entre Cuatro Caminos y Plaza de Castilla. Un tramo por el que pasan cada día más de 62.000 vehículos, “sin que existan dispositivos de velocidad ni actuaciones de control del tráfico”, según el Consejo. Por su parte, el coordinador del distrito, Pedro Guitart, explicó que el Área de Medio Ambiente ya había incorporado la necesidad de este estudio para aclarar si es viable la implantación de la ZPAE, que sería la segunda del distrito, tras la de AZCA-Avenida del Brasil.
Cierre al tráfico
Otra de las propuestas del Consejo de Proximidad reclama el cierre al tráfico de Bravo Murillo, entre Cuatro Caminos y Francos Rodríguez, los domingos de 9:00 a 20:00 horas. Según explicó la portavoz de este órgano de carácter participativo, la medida pretende “mejorar la seguridad vial y la vida de los vecinos de la zona, disminuir la contaminación acústica y medioambiental y promover la actividad física y el ocio”. También consideran que “el intenso tráfico de paso de la calle no favorece el desarrollo comercial y económico del barrio”, y una pacificación contribuiría a “fomentar el comercio local”.
De hacerse realidad la petición –aprobada por todos los grupos políticos, a excepción de Vox, que se abstuvo–, el tramo podría transformarse en un caso similar al de la calle de Fuencarral y su cierre dominical al tráfico.
Por último, también se aprobó a petición del Consejo el rediseño de los pasos de peatones que cruzan Bravo Murillo, entre Marqués de Viana y Sor Ángela de la Cruz y entre Reina Victoria y Raimundo Fernández Villaverde. “Ambos tienen una visibilidad reducida y solicitamos que se tomen medidas para evitar atropellos: que se reubiquen y aumente su anchura, así como el tiempo de paso de los semáforos”. Una iniciativa que ya fue aprobada sin oposición en la anterior legislatura, pero que quedó pendiente.
Esperando el estudio
Hace ahora justo un año, el Pleno de Tetuán aprobó elevar una proposición para poner en marcha un estudio técnico sobre Bravo Murillo que concrete qué medidas pueden ponerse en marcha para llevar a cabo una reforma integral que mejore este eje del distrito, con vistas a una mayor pacificación del tráfico y una mejora para los viandantes. La propuesta, presentada por el Grupo Municipal Socialista, fue aprobada con mayoría y la concejal-presidenta del distrito, Paula Gómez-Angulo, aseguró “coincidir en la necesidad de una actuación que convierta Bravo Murillo en una calle más amable”.
Bravo Murillo es el único eje que conecta los seis barrios de Tetuán y la gran mayoría del tráfico que soporta no tiene su origen ni destino en el distrito. En la proposición se advertía asimismo del “insuficiente espacio” dedicado a los peatones, “con aceras muy estrechas y obstáculos en muchos puntos, frente a seis carriles dedicados al tráfico rodado”.
La iniciativa barajaba medidas de calmado de tráfico, ampliación de aceras y priorización del transporte público, y debe consensuarse con las áreas municipales involucradas. El proceso requerirá la elaboración de un estudio de viabilidad, una redacción técnica, la dotación de presupuesto y un calendario, por lo que no es probable que los vecinos veamos pronto los cambios. Hace tres años, Más Madrid presentó un proyecto de reforma integral para un Bravo Murillo “más amable”, que fue rechazado por cuestiones técnicas.
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