TODOS IGUALES
Miguel González, 1 de diciembre de 2007
Estimado Sr. Director:
Como vecino de Tetuán, distrito en el que llevo viviendo toda mi vida, hay cosas que me sorprenden enormemente. Sin ser contrario ni mucho menos a la llegada de inmigrantes, pues aquellos que vienen a trabajar bienvenidos sean, si me parece injusto que, en algunos casos tengan un trato diferente de los españoles.
Y me refiero concretamente al mundo de los negocios. Si existen unas leyes que regulan el horario comercial, en cuanto a apertura y cierre de locales, ¿por qué cuando paseas por el barrio después de haber cerrado tu tienda, los locutorios, las peluquerías para sudamericanos o africanos, y los establecimientos regentados por orientales siguen abiertos? Es más, también abren al público los domingos, todos los domingos.
La permisividad que existe por parte de las autoridades es incomprensible: traten a todos los comerciantes por igual, con los mismos derechos y obligaciones, ¿o es que ellos pagan más impuestos? Seguro que no.
¿Alguien se ha parado a comprobar si tienen licencia de funcionamiento y si todos estos negocios regentados por inmigrantes cumplen con los requisitos necesarios de sanidad y de calidad, especialmente las tiendas de los orientales, con todo tipo de juguetes y hasta alimentos?
Inmigración legal sí, por supuesto, pero que se nos trate a todos por igual, también.