VEO-VEO

¿Qué ves? Pues veo un circo en el corazón de la ciudad. El fabuloso mundo del circo, rezaba con justicia el título de una película de John Wayne de 1964. Sin embargo, no hay que olvidar una cosita. ¿Qué cosita es? Pues otra película de 1932, La parada de los monstruos, donde se reflejaba el lado más oscuro del mundo del espectáculo circense. Y no hace falta remontarse tanto para toparse de cara con esta sensación desagradable: en nuestro distrito la podemos encontrar.
¿Con qué letrita? Con la C de Circo, de Cuatro Caminos, de Centro urbano, de Catástrofe y de Calamidad. Las autoridades no han podido elegir un sitio peor para conceder licencia donde instalar un circo: en una zona residencial, como si no hubiera otros solares apartados en la capital para acoger estos eventos.
¿Qué será, qué será, qué será? Pues la supuesta violación de un número considerable de ordenanzas municipales y de decretos autonómicos, sobre ruidos e incompatibilidad de actividades en una zona residencial. ¿Cumplirá al menos con la normativa contra incendios, sobre recogida de basuras...? Nadie lo ha asegurado hasta ahora. Y eso que se ha preguntado…
El Veo-veo… Se preguntarán el porqué de esta referencia tan peculiar a la célebre tonada infantil. Pregúntenselo a los ancianos del lugar, que van a verse obligados a soportar esta canción varias veces al día, todos los días, durante dos o tres meses, a más de 80 decibelios de volumen.


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