Logró hasta cinco medallas en estos Juegos celebrados hace unos días en Australia
Jesús Ángel Arconada, número uno del mundo de triatlón en los Mundiales de Trasplantados
Juan Carlos M. J., 3 de mayo de 2023
Jesús Ángel Arconada Pérez no entiende de límites ni de adversidades; sólo de superar cualquier obstáculo que se ponga en el camino de sus objetivos. Así lo ha demostrado en los recientes Juegos Mundiales de Trasplantados celebrados en la localidad australiana de Perth entre los pasados 15 y 21 de abril, ya que a él le trasplantaron la médula de su propio padre a los 18 años, además de haber nacido hace 28 con el Síndrome de Sotos, una patología que hace que sus extremidades sean más grandes de lo habitual, ser más alto, tener un tono muscular bajo y tartamudez.
Jesús Ángel se estaba preparando para esta gran cita deportiva, cuando un mes antes enfermó con una gripe grave que le tuvo dos semanas en el dique seco: “Pensé en no ir a competir, pero mi entrenador, Luis, que siempre me da muy buenos consejos, me dijo que no me rindiese y cuando me curé volví a entrenar con más fuerza”. Superado este primer contratiempo, se subió a un avión con sus maletas, su bicicleta y sus zapatillas de correr cargadas de ilusión y el 15 de abril llegó a Perth a las seis y media de la tarde: “Mi primera prueba, una carrera de cinco kilómetros, era al día siguiente a las ocho y media de la mañana, así que cené pasta, no dormí casi nada, desayuné un plátano y, a pesar de la humedad, logreé la medalla de bronce. Era la primera vez que conseguía una medalla en esta distancia y no me lo esperaba”, reconoce Jesús Ángel.
Al día siguiente, 17 de abril, le tocaba competir en una contrarreloj ciclista, y tuvo que solventar otro problema… “Cuando me trajeron mi bicicleta la noche anterior, tenía el cambio roto, menos mal que un mecánico de los Juegos me la consiguió arreglar y a las doce y media tomaba la salida con el resto de los corredores”. Y de nuevo se alzó con la medalla de bronce.
El 18 de abril, Jesús Ángel se subió de nuevo a su bicicleta para disputar la prueba de 30 kilómetros, donde tuvo que dar 12 vueltas a un circuito de coches y ceder ante un belga en el esprint final, si bien se colgaba una nueva medalla, esta vez de plata.
Y después de una jornada de descanso, que dedicó a hacer turismo, ir a la playa y ver competir a otros compañeros, llegó la prueba de los 1.500 metros el jueves 20 de abril, donde tuvo otra complicación más… “No nos dejaron competir con zapatillas con placas de carbono y tuve que correr con unas de calle normales. Y aunque esta distancia no es lo mío, logré la medalla de plata”.
Mucho más campeón
21 de abril. Quedaba la última prueba antes de volver a casa. Su favorita: el triatlón, competición en la que era el actual campeón del mundo, tras ganar en 2019 en Newcastle. 500 metros nadando, 20 kilómetros en bicicleta y 5 kilómetros corriendo, le separaban de revalidar esa condición de campeón. Y lo logró. Entró el primero en la meta, gritando “toma, lo he vuelto a hacer”. Lágrimas de emoción, llamada a sus padres que no pudieron acompañarle en este viaje, bandera de España en los hombros y subida a lo más alto del pódium para colgarse el oro. Cinco pruebas en las que ha competido y cinco metales: “Ha merecido la pena los meses de entrenamiento, todo el sacrificio que he hecho. Ha sido una experiencia única”.
A la hora de los agradecimientos, no se olvida de sus patrocinadores: dos de ellos, 100% Natural y Einhell, que le han ayudado económicamente, y Contratodo y Siroco, que le suministran ropa deportiva, gafas, zapatillas… Ahora toca “descansar una semana y luego volver a entrenar y a competir”. Sus próximos retos, la Carrera Vertical Bomberos de Madrid Torre Emperador Castellana, el sábado 13 de mayo, en la que ha de subir 55 plantas y 1.320 escalones, y algún triatlón, como el de Aranjuez o la Casa de Campo. Y dentro de dos años, en 2025, los 25º Juegos Mundiales de Trasplantados en Dresden (Alemania) esperan a este campeón, todo un ejemplo a seguir, humana y deportivamente, que ha borrado la palabra rendirse de su diccionario de vida.
Pie de foto: Jesús Ángel Arconada posa con sus cinco medallas y la bandera de España en el Rodríguez Sahagún.
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