Dicen algunos expertos analistas económicos que España ya está saliendo definitivamente de la crisis, y que a partir de ahora comienza una etapa de recuperación, con porcentajes de crecimiento; también dicen otros expertos que la salida de la crisis la notan unos cuantos, pero no la mayoría de los españoles, los de a pie, los que nos levantamos cada mañana y trabajamos de sol a sol, con sueldos de mileuristas, si llega.
Ya sabemos que en año de elecciones es momento de vender noticias positivas, por parte de quienes gobiernan claro, que en unos meses pretenden hacer lo que han hecho en años; y los demás partidos, pues a criticar, que todo está mal, que ellos lo harán infinitamente mejor… lo de siempre, nada nuevo bajo el sol. Lo que está claro es que ya van dejándose ver, bajan al mundo terrenal y se codean con el pueblo −el que les vota, que lo olvidan con mucha facilidad−. En Tetuán en concreto, ya hemos recibido la visita de David Ortega, de UPyD, de Antonio Miguel Carmona, del PSOE, y de la incombustible Esperanza Aguirre, del PP, candidatos a la Alcaldía de Madrid. Y los que aún faltan por venir e incluso habrá quienes repitan.
En todo caso, sí parece que algo ha remitido la crisis o al menos ya hay más dinero para acometer una serie de inversiones que son más que necesarias. El hecho de que se haya vuelto a “abrir el grifo” se justifica desde el Ayuntamiento en que todo el esfuerzo que se ha hecho durante estos años de recesión, conteniendo el gasto, exprimiendo al máximo a los ciudadanos, que nunca hemos dejado de pagar los impuestos, permite que ahora ya haya fondos disponibles para realizar algunas actuaciones en infraestructuras y espacios públicos.
Así, nuestro distrito va a ser uno de los que más se beneficien de todo Madrid, gracias al ahorro que ha habido durante la crisis. De esta manera, se va a destinar una buena cantidad de euros para acondicionar el Parque de los Pinos –que buena falta le hace−, los Jardines de Carlos París, situados en la avenida de Pablo Iglesias; para ajardinar y urbanizar la glorieta de Rocío Dúrcal; para realizar obras de mejora en diversos centros culturales, de Día y sociales, y para la pavimentación de calzadas y aceras, riego y alumbrado público en las calles del distrito.
A ver si ya por fin tenemos los servicios que merecemos, acorde con los impuestos que pagamos y podemos andar con tranquilidad por las aceras, sin tener que mirar si hay algún desconchón, agujero o baldosa bailarina; vemos mejor por dónde caminamos, y contamos con algo más de calidad de vida.
Quizá sería buena idea celebrar las elecciones cada año, así nuestros políticos trabajarían y se dejarían ver siempre, y no sólo al olor de las elecciones. No obstante, sean bienvenidas estas inversiones, necesarias a todas luces, con crisis o ¿ya sin ella?
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