En marzo de 2017 se presentaba la reforma del Mercado de Tetuán, un proyecto que modernizaría sus instalaciones, agruparía los puestos en la planta baja y ubicaría un supermercado Lidl en la superior. El Consistorio invertiría medio millón de euros y el proyecto total costaría seis millones. Durante la puesta en escena del proyecto se anunció que la finalización de los trabajos estaba prevista para finales de aquel año o comienzos de 2018. ¡Hace un año y ocho meses! Y, a la vista del estado del inmueble, faltarán al menos algunos más para su conclusión.
Aunque se habla de complicaciones relativas a la estructura del edificio, por el momento ni el Ayuntamiento ni la cadena de supermercados han explicado los motivos de la insólita demora, que está causando incomodidades a los clientes, hartazgo a muchos de los comerciantes y estupor a cualquier vecino que se haya acercado al Mercado en el último año. Esperemos, por el bien de todos, que acabe pronto este “escorial” –uno más– del distrito.
Deje un comentario