Hugo Atman se ha especializado en acción social
Un fotógrafo entre las porras y las piedras
Tetuán 30 días, 4 de marzo de 2013
¿Han probado alguna vez a cocinar para un chef? Pues algo parecido ocurre cuando tienes que retratar a un fotógrafo. Al final casi se cumple aquello de “él se lo guisa y él se lo come”, mismamente como haría el propio chef. Hugo Atman nos recibe en su estudio de la calle de San Enrique, a punto de ser precintado –como todo el edificio– en una “muy turbia” actuación municipal relacionada con el mercado aledaño.
Superado el espinoso asunto de la foto, nos explica por qué se ha especializado en reflejar los movimientos sociales que proliferan en España desde hace casi dos años: “Antes hacía fotografía de moda y publicidad, pero cuando asisto a la manifestación del 25-S y veo cosas que no salen en ninguna parte del mundo, pienso: tiene que haber alguien que lo haga”. Aquel día captó la instantánea que, a la postre, sería su epifanía: “No conseguí venderla, así que la subí a Facebook y en dos semanas la habían visto más de 100.000 personas, y me empezaron a llamar de Estados Unidos, México, África, Francia… animándome a seguir por esa línea”.
En la manifestación de cuatro días más tarde fotografió a Yago, un joven golpeado por la policía. Esa serie de imágenes le han llevado hasta la web de Pulitzer en un reportaje que habla de lo que vivió aquella noche: “Fue la primera vez que vi a la policía entorpecer nuestro trabajo”, explica. “Desde ese día, la policía está cruzando líneas legales en todas las manifestaciones, especialmente con los periodistas”, declara en dicho reportaje. De ahí que promueva una asociación de reporteros gráficos, “para defender a toda la gente que se la juega en la calle, aunque lleven solo un móvil para grabar”.
“CERCA DE GRECIA”
“Si tus fotos no son lo suficientemente buenas es que no te has acercado bastante”, decía Robert Capa, y Atman lleva medio año viviendo peligrosamente y templando su adrenalina entre las porras y las piedras. “Tengo derecho a informar, y eso está por encima de todo”, argumenta. De todas formas, reconoce que “hay que saber moverse, ser invisible” para no encontrarte con problemas. Ninguno ha tenido hasta ahora con las fuerzas del orden, si bien tiene asumido que “algún día me detendrán o me multarán, o me abrirán la cabeza como a otros compañeros míos”, porque “la policía normalmente sabe a quién sacude, pero a veces se confunde”, añade.
Por si acaso, este reportero acude a las manifestaciones con casco, gafas antiimpacto, botas militares e incluso un protector dorsal “porque estás en el medio y te caen piedras, botellas… y tú no llevas escudo”. El momento más duro que recuerda fue el 14-N: “Hubo palos desde por la mañana, detenciones muy salvajes, barricadas de fuego, se levantaban los adoquines del paseo del Prado y los tiraban… Ahí vi que estábamos muy cerca de Grecia, solo faltaban los cócteles molotov”.
UN OBJETIVO IMPARCIAL
¿Se puede ser imparcial en el fragor de la batalla? “Al menos se intenta”, confiesa Atman. “Es más, conozco a todos los grupos y las plataformas, y ellos me conocen, pero no formo parte de ninguna, y el día que les tenga que criticar lo haré. Yo puedo ser activista en mi vida privada, pero aquí estoy trabajando y si tengo que sacar a alguien tirando una botella lo voy a hacer”, afirma rotundo.
Aunque es consciente de que su futuro laboral está en el extranjero, reconoce que ahora “España está en el centro mediático del mundo, somos un ejemplo y todos están mirando hacia aquí, aunque dentro nos quieran hacer creer que no pasa nada y que son ‘cuatro gatos’. Es mentira. Desde que hice aquella primera foto pensé que esto iba a ser historia, y que tenía que estar aquí para documentarlo”. Así lo hace en su blog eink.es. Acabamos la charla hablando de “lo bella y salvaje a la vez” que resulta la instantánea de aquel hombre ensangrentado y en una actitud reflexiva. “Es una imagen casi religiosa. Ojalá no hubiera ocurrido, pero si pasa hay que estar preparado para captarla”. Preparado y muy cerca de donde está la noticia.
David Álvarez de la Morena