El artista vivió su infancia y comenzó su carrera en Tetuán
Raphael, del coro de San Antonio a “Hijo Adoptivo” de Madrid
Tetuán 30 días, 3 de mayo de 2018
Llegó a Madrid en brazos de su madre, desde su Linares natal, con apenas nueve meses. Eran principios de 1944 y el pequeño Rafael Martos Sánchez se instalaba junto a sus padres y hermanos en el piso alquilado de su tía, en la tercera planta del número 1 de la calle de Carolinas. Desde uno de los balcones de la casa, que aún perdura, solía ver la fachada de la Iglesia de San Antonio de Bravo Murillo.
Con apenas cuatro años, aquel chico “regordete” y “mandón”, que cantaba para sus amigos en aquel portal de Bellas Vistas, comenzaría a dar sus primeras notas como cantante en la escolanía de la iglesia. Un día, su hermano, que acudía al colegio anexo al templo, escuchó que los capuchinos buscaban un solista para el coro, y les comentó que él tenía a un hermano pequeño que se pasaba el día cantando: “Fui y ya no salí”, ha recordado Raphael en alguna entrevista.
Entre actividad y actividad de la escolanía, el niño aprovechaba para escaparse a ver las funciones de los teatros del centro, donde entraba gracias a la generosidad de los porteros. Precisamente en uno de los escenarios portátiles que se montaban en Cuatro Caminos, junto a las cocheras de Reina Victoria, durante la representación de ‘La vida es sueño’, Rafael iba a tomar la determinación de convertirse en artista: “Aquel día decidí que iba a ser de los de arriba, no de los que estaban abajo viendo la función”.
Lo siguiente es historia de la música forjada por “un icono, un artista de talla universal”, como le presentó la alcaldesa, Manuela Carmena, durante la ceremonia de nombramiento del cantante y del cineasta Pedro Almodóvar como “Hijos Adoptivos” de la capital.
“Debo mucho a esta ciudad, aquí ha sucedido todo lo importante de mi vida”, ha señalado el artista jienense. Días después, confesaba en un programa de televisión que, de vez en cuando, se daba una vuelta –para ver “qué tal está”–, por aquel portal de la calle de Carolinas, frente a la Iglesia de San Antonio, donde comenzó su carrera.
David Álvarez
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