Nada menos que siete décadas hace de esta serie de fotografías tomadas en La Ventilla por el cronista gráfico Martín Santos Yubero. En ellas, sus Majestades de Oriente recorren a caballo la populosa barriada de Tetuán, repleta de niños y grandes, y donde no falta la Autoridad con su gorra de plato, ni el señor cura de riguroso negro. También abundan los pajes uniformados, y un Baltasar cumpliendo la cuota étnica, aunque fuera a base de betún.
Pero lo inconfundible de la serie para los más viejos del lugar, y para quienes no lo son tanto, es esa Ventilla de tierra y piedras, de casas bajas y terraplenes. De esas cuestas insufribles que no mermaban la felicidad en los niños, aunque mortificaran las pantorrillas del más pintado. Una Ventilla de la que poco queda ya, pero que aún se atisba en las empinadas pendientes de muchas de sus calles.
Durante muchos años la cabalgata de los Reyes Magos recorrió La Ventilla gracias a la organización de asociaciones como la Padre Murga o, años después, la Plataforma de Asociaciones de La Ventilla. El final del trayecto era la parroquia de San Francisco Javier. Cuando, hace cinco años, la crisis sacó el barrio de la gira de sus Majestades, la Junta retomó la tradición, solo que ya no fue lo mismo. Ahora, Melchor, Gaspar y Baltasar van desde la Plaza de la Remonta hasta la fachada de la Junta Municipal, que tampoco es que sea el Portal de Belén. Y sí, hay chocolate y roscón, pero faltan los descampados y ese sabor de un barrio que sabía cómo dar alegrías a sus más pequeños, cuando aún tenían menos que hoy.
David Álvarez de la Morena
Fotos: Martín Santos Yubero (Archivo Regional de Madrid)
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