Recordando a Julio Álvarez

En la madrugada del pasado 29 de mayo murió en el Hospital de Arganda del Rey, a la edad de 82 años, el polifacético artista Julio Álvarez, conocido y activista vecino de Tetuán; había sido ingresado días antes por reincidentes problemas cardiorrespiratorios. Allí cerca, en el pintoresco pueblo de Olmeda de las Fuentes, refugio de conocidos pintores, había pasado sus últimos años con un impulso creativo que nunca se apagó, dedicando sus cada vez más mermadas posibilidades a un esforzado dibujar, a la escritura, sobre todo de poesía, y a revisar su gran filmoteca (unos 2.000 títulos). Pues también Julio hizo su incursión en la creación cinematográfica con algún meritorio documental. Aunque su principal dedicación fue la pintura y la escultura de trazos generalmente expresionistas e intenciones que van desde la denuncia social al humor ingenioso o a la urdimbre cabalística.
Pero la actividad más importante de Julio Álvarez y por lo que muchos le recordamos fue la de animador cultural: desde la reivindicación urbanística a un renovado carnaval y sobre todo en la organización de las Exposiciones de Primavera al Aire Libre, que en las décadas de los cincuenta y sesenta tuvieron implantación y reconocimiento en Madrid, ya que efectivamente bastantes de aquellos entonces artistas emergentes son hoy consagradas firmas de importante cotización.
En estos días, una de sus esculturas de mujer, “Liberada, combativa”, adquirida por la Junta Municipal de Tetuán, va a ser colocada en la rehabilitada Casa de Baños. Con su visión espontánea o buscada le recordaremos.