La Dehesa de la Villa estrena el primer campo de disc golf en Madrid

Es un deporte minoritario, que se practica en España desde 2012

El disc golf es un deporte que nació en Estados Unidos en 1976 y que se practica de forma parecida al golf, salvo que en vez de palos y hoyos en los que embocar la pelota, se utilizan discos de plástico, que se lanzan con la mano y que hay que meter en una canasta en el menor número de lanzamientos posible, en un campo de 18 hoyos.

A España llegó en 2012 y en la actualidad cuenta con 236 personas federadas y tan sólo dos clubes ligados a esta modalidad deportiva: la Asociación Española de Disc Golf y el Madrid International Disc Golf. Precisamente, este club es el que ha llegado a un acuerdo con la Universidad Complutense de Madrid, para instalar el primer campo permanente de disc golf en la capital de España, el “Complutense Disc Golf Cours”, que se encuentra en la parte sur de la Dehesa de la Villa, junto al edificio de la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología), que sufrió los destrozos causados por la borrasca ‘Filomena’ en enero de 2021 y un incendio en julio de 2021.

Tal y como explica Miguel Espiau, secretario de la Asociación Española de Disc Golf y miembro de la Junta Directiva del Madrid International Madrid Golf, “somos la última ciudad europea en tener un campo de disc golf. Nos hemos reunido con muchos ayuntamientos, hemos intentado instalarlo en la Casa de Campo y al final una persona de nuestra Junta vio esa zona de la Dehesa de la Villa, contactamos con la Universidad Complutense, que está a cargo de este terreno de 10 hectáreas, les planteamos el proyecto y les pareció bien que lo llevásemos a cabo”.

Así, se pusieron manos a la obra y hoy ya se puede practicar este deporte, en un campo con 18 canastas: “Cualquiera puede venir a jugar. Nosotros estamos jugando como club los domingos a las 11:00 y estamos encantados de poder acercar el disc golf a la gente de cualquier edad”. Además, asegura que “no es un deporte elitista; un disco puede costar entre 10 y 18 euros y utilizamos unos 4 o 5 cuando jugamos”.

Limpio y natural

La instalación de este campo de disc golf suscitó algunas voces en contra, pero según explica Miguel Espiau, “es por desconocimiento. Los árboles que se han talado no tienen nada que ver con el campo, sino con ‘Filomena’ y el incendio. De hecho, necesitamos los árboles para jugar, porque lo hace más divertido e interesante. Es un deporte que se adapta a la naturaleza”.

En este sentido, desde la Asociación de Vecinos San Nicolas-Dehesa de la Villa, su presidente, Enrique García, afirma que “no vamos a realizar ninguna acción contraria a este campo de disc golf, porque gracias a su instalación se ha limpiado toda la zona, que parecía un basurero y estaba completamente abandonada, y ahora la gente puede pasear por allí”.

Por su parte, Antonio Ortiz, de la Casa Vecinal de Tetuán, comenta que “no se ha tenido en cuenta que es una zona ocupada por muchas especies de aves, por lo que en su día planteamos a la Universidad Complutense que se hiciese un Observatorio Ornitológico. Es un error instalar un campo de disc golf, porque no se conoce el impacto que va a generar, no hay un informe medioambiental”.

En cualquier caso, el disc golf ya es una realidad, en un campo que será inaugurado oficialmente a finales de mayo por el seis veces campeón del mundo de este deporte, Paul McBeth. Mientras tanto, los discos ya vuelan hacia las canastas en la Dehesa de la Villa.

Fotos: Madrid International Disc Golf.