El tenis de mesa no entiende de edades en el Colegio Felipe II

Samantha González, de 9 años, y Masami Furuato, de 10, están en la élite de este deporte

En el gimnasio del Colegio Felipe II (avenida de Asturias, 70) se alinean mesas profesionales para practicar el deporte del pimpón, que a finales de 2022 contaba, según datos aportados por la Real Federación Española Tenis de Mesa, con 15.856 licencias federativas a nivel nacional.

Entre el sonido de la pelota y de las palas, Pablo Lozano, el entrenador desde hace tres años, que abandonó la medicina para ser jugador, llegando incluso a formar parte de la Selección Española, va dando instrucciones a los jugadores. En la última de las mesas están peloteando Samantha González Hidalgo, de 9 años, y Masami Furuato, de 10, quienes, a pesar de su corta edad, ya se encuentran entre la élite del tenis de mesa, no sólo de Madrid, sino de toda España dentro de su categoría. “Hace seis meses no estaban ni federadas”, cuenta su entrenador, quien añade que “fuimos terceros de Madrid por equipos en 2023 y, además, Samantha es subcampeona de Madrid y quinta de España”.

Ambas jugadoras estudian 4º de Primaria en el Felipe II y están becadas para que puedan practicar esta actividad extraescolar, a la que hay apuntadas más de 50 personas de todas las edades; desde la benjamina, Noa Arjona, de tan sólo 7 años, hasta un mayor de 90. Números que enorgullecen al director del colegio, Juan Miguel Antoranz: ·Estoy muy satisfecho, porque esto está pasando en un colegio público, donde se puede entrenar y jugar a tenis de mesa de forma gratuita”. Todo ello está siendo posible, gracias al acuerdo con el Club Fuencarral-El Pardo Tenis de Mesa, al que el Felipe II ha cedido sus instalaciones para entrenar y disputar la liga, a cambio de contar con esas mesas profesionales y practicar la actividad sin coste alguno.

Samantha y Masami entrenan casi todos los días de lunes a viernes y los sábados juegan la liga de Madrid y la 2ª B española: “Mi madre me apuntó a extraescolares de pimpón cuando tenía 7 años y ahora no quiero jugar a otro deporte” reconoce Samantha, mientras que Masami asegura que “me gusta mucho entrenar, pero lo que más me gusta son los partidos de liga”.

Así pues, el tenis de mesa, “el deporte más rápido que existe, en el que todo son reflejos”, afirma Pablo Lozano, no entiende de edades en el Colegio Felipe II, donde Samantha y Masami ya se codean con la élite y van a dar mucho que hablar.