Se dice que “lo bueno se hace esperar”. Y lo que ahora esperamos todos es la vuelta a la situación que teníamos antes de que la covid-19 irrumpiera en nuestras vidas. El buen ritmo de la vacunación alienta el optimismo, para que a finales de verano podamos ver la realidad de un modo bien distinto: se reactive el consumo poco a poco y con ello la economía y la buena marcha de los negocios, sobre todo de nuestros comercios de barrio.
En Tetuán también podemos aplicar ese dicho de que hay que esperar para que llegue lo bueno, con las obras de reforma que, por fin, se van a acometer en la Plaza de la Remonta. Más de una década esperando a que desaparezcan los baches, desconchones y baldosas “bailarinas”, y ya es oficial que a la vuelta de los meses estivales comenzará su remodelación. Sin embargo, esta noticia no se convertiría en la primicia informativa que les ofrece en este número ‘Tetuán 30 días’, sino fuese porque esos trabajos han sido retrasados desde la Junta de Distrito, con el objetivo de que todos los negocios de hostelería que funcionan en la plaza puedan tener sus terrazas abiertas durante el verano y así poder recuperarse de lo mal que lo han pasado en las etapas más duras y difíciles de la pandemia. Sin duda, una decisión que aplaudimos y que deja muy satisfechos a los hosteleros, algunos de los cuales no pudieron evitar emocionarse, cuando este medio les comunicó esta grata noticia, ya que el inicio de las obras estaba previsto para el mes de mayo: un respiro de alivio, que todos necesitan.
Otra plaza que parece que tiene visos de arreglarse próximamente es la Ángel Carbajo, entre las calles de la Infanta Mercedes y Orense, donde los vecinos llevan otra década denunciando su abandono; desde luego, hay voluntad, como anunció la concejal-presidenta de Tetuán, Blanca Pinedo, en el último Pleno, de cambiar las pésimas condiciones del asfaltado, las aceras mal rematadas y hasta los problemas de accesibilidad; veremos si también podemos publicar pronto esta buena y esperada noticia.
En lo que sí que habrá que esperar algo más, y armarse de paciencia, es con volver a ver abierto el Centro Deportivo Municipal Triángulo de Oro, en Bravo Murillo, 376, ya que ahora comienza la segunda fase de las obras de una reforma que se inició en verano de 2019 y que se alargará durante tres años. Ojalá al final “lo bueno se haya hecho esperar” y el “nuevo” polideportivo sea del agrado de todos.
Por el contrario, no podemos aplicar el mismo dicho en relación con el cierre del centro de Geranios, 26, que albergaba a 34 mujeres sin hogar, muchas de ellas víctimas de violencia de género, y que han sido reubicadas en otros espacios municipales, a la espera de que se abra el nuevo centro de Hortaleza, a finales de año. ¿Hubiese costado mucho inaugurar ese nuevo centro y mientras mantener a estas mujeres, y a los trabajadores, en el que hay en el distrito, el único de estas características que existe en Madrid? A veces, las decisiones políticas son muy difíciles de entender…
En definitiva, si todo lo que ha de llegar será bueno, la espera habrá merecido la pena.