Está este PSOE
tan confuso y ebrio
que se cae dos veces
en el mismo Pedro.
Mariano se ríe,
bailan en Podemos
y los de Rivera
se chupan los dedos
por si el susanismo
va y les vota a ellos.
Vuelve Pedro el Guapo
y todos contentos.
Regresa el Mesías
tras aquel destierro,
aquel vodevil,
aquel esperpento,
cuando la gestora
en todo el trasero
le dio un puntapié
a este Pedro el Bello
porque él no quería
dimitir del puesto,
porque él no se iba
ni con agua hirviendo,
y aunque al fin se fue
–él dice le fueron–
a regañadientes,
se marchó advirtiendo
que un día volvería,
como Termineitor.
Pues ya está de vuelta,
y todos contentos.
Mas decir que todos
quizá no sea cierto
pues Susana Díaz
se ha vuelto a San Telmo
tan desconsolada,
con tal desconsuelo,
como en una copla
de León o Quintero.
Susana está rota,
Carmona, deshecho,
y Antoñito Hernando
como don Tancredo.
Vuelve la hermosura
por el Parlamento
por si a la tercera
suena el instrumento
y España se rinde
al galán trilero,
aquél que un día digo
y al siguiente, diego,
y si hoy Ciudadanos,
mañana, Podemos,
que entiende nación
como un sentimiento,
como el alipori
o ser del atlético.
En fin que regresa
Pedrito el Apuesto,
la esperanza blanca
del voto rojelio.
Vuelve la ilusión,
vuelve el cachondeo.
Oshidori
EL REVERSO: Romancillo de Pedro
Tetuán 30 días, 7 de junio de 2017
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