Una cata de cervezas en pleno Barrio de La Ventilla

Descubrimos la Academia Sabeer


Buscando planes en el distrito, un buen amigo me recomendó ir a una cata de cervezas en la Academia de la Cerveza Sabeer. Y yo, como buen amante de la cerveza, no me lo pensé dos veces. Elegimos una de ellas, que iba acompañada de un maridaje de quesos.

Cuando llegamos estuve un rato viendo desde fuera el gran expositor que tienen, con multitud de latas de cervezas. Y es que Sabeer es, tal y como dicen en su web, un espacio donde compartir el conocimiento y la pasión por la cerveza, y se nota en cada uno de los rincones del local.

Entramos por fin donde Julio, director de Sabeer y sumiller de cerveza, nos dio la bienvenida y nos explicó todas las medidas de seguridad. Han reducido el número de personas, con un espacio entre mesas de cata de 1,5 metros y tienen paneles transparentes. Julio, siempre con su mascarilla y guantes, nos contó también qué es esta Academia de la Cerveza, escondida en el barrio de La Ventilla, en la zona de Almenara, muy cerquita de Plaza de Castilla.

Llegó el momento de la cata. Julio sacó unos platillos con un surtido de quesos muy aparente, que fuimos poco a poco degustando con cada una de las cervezas. Cabe señalar que mi amigo es vegano y le hicieron un plato adaptado, lo que es de agradecer. Con cada una de ellas nos iba preguntando qué tonos de color veíamos, si era turbia o clara, qué olores percibíamos y finalmente, lo que nos gusta, probarlas y ver qué sabores y matices sacábamos.

Me sorprendió gratamente la interacción que tienen, ya que se crea un clima de confianza, donde cada persona es libre de describir cómo percibe todos esos matices de cada cerveza y escuchan con atención con qué quesos nos pega más cada una de ellas. Se nota que no solo son gente profesional, sino personas que disfrutan de lo que hacen y saben transmitirlo muy bien.

Además, Julio, muy amablemente, me envió por correo los nombres de los quesos que habíamos catado, ya que alguno me gustó tanto que no voy a poder resistirme a hacer mi propia cata en casa. Es, sin duda, un lugar por el que os recomiendo pasar, fomentando la economía y negocios del barrio y además disfrutando siempre de este elixir tan antiguo: la cerveza.


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