Los cinco proyectos de ‘Tetuán Alimenta’ que tendrán continuidad en el distrito

Fueron presentados en el ‘coworking’ de Espacios Comunes

La iniciativa experimental de los ‘Laboratorios Bibliotecarios del Ayuntamiento de Madrid’, ‘Tetuán Alimenta’, ha cristalizado en cinco proyectos con viabilidad en el distrito, cuyas memorias finales se presentaron el pasado 15 de enero en el coworking de Espacios Comunes (calle de Lorenzana, 2).

Los participantes coincidieron en la impresionante riqueza gastronómica de Tetuán, fruto de su realidad multicultural, y añadieron el anhelo de promover entre sus gentes una alimentación más ecológica, saludable y sostenible. En los talleres participaron vecinos y colectivos afianzados como La Colmena de Tetuán, El Huerto Zuloaga, o más recientes como Te estoy poniendo verde o el supermercado cooperativo LAOSA. Estos han sido los cinco proyectos definitivos, dos de los cuales se unieron manteniendo sus nombres:

• ‘La recaudería ecogastronómica’

Conocer una cultura a través de su cocina fue la premisa a partir de la que David Somellera y Sandra Rodríguez decidieron acercar a los tetuaneros una pequeña porción de México, mediante productos de la ‘milpa mexicana’, como los nopales, chiles, huitlacoche, entre otros. José Casado Rebollar, un mexicano afincado en Escalona (Toledo) hace más de 20 años, les proveyó de todo lo necesario, con su cultivo ecológico, y los asistentes pudieron conocer cómo se hacen salsas típicas, como el mole o las famosas tortillas con frijoles. Finalmente, plantearon dos ideas para el futuro: que esos productos frescos se comercialicen en cestas de consumo y, por otro, organizar un taller en el propio huerto de Escalona para cocinar en el lugar de origen.

• ‘Tetuán Foodie + La comida cuenta’

Gahdiel Roberto Andrade y María Jesús Morales López visitaron cinco locales del distrito para conocer la historia que hay detrás, entre ellos La Pampa, en la esquina de Villaamil con Francos Rodríguez, y cuyo antiguo dueño era abulense y los actuales, peruanos; también visitaron otros clásicos, como Ondiñas do Mendo, cuyo nombre hace referencia a la olas que hacía el río de la población gallega de donde proceden sus fundadores; la Polar, una original cervecería que lleva 34 años en el barrio; El Castañar, que se mantiene como un negocio familiar, o un restaurante filipino, para terminar la ruta de la forma más exótica posible. El objetivo era realizar periodismo gastronómico, a través de las vidas de quienes regentan los bares de Tetuán, puntos de encuentro e intercambio entre culturas.

• Huerto Zuloaga como cultivo criollo

Este huerto urbano lo llevan niños del CEIP Ignacio Zuloaga y vecinos del barrio. En homenaje al origen diverso de la población de la zona, y la variada ascendencia de muchos de estos alumnos, se comenzaron a plantar semillas de otras latitudes. Marianna Papapietro, vecina y hortelana del Zuloaga, anunciaba que harán dos fiestas de la cosecha para cocinar lo plantado por niños y mayores. Una en primavera, donde se cocinará lo cultivado por los peques y se harán actividades infantiles. Y otra en septiembre, con la abundancia de productos veraniegos. En esta ocasión, los beneficios de un huerto urbano se mezclan con la defensa de los espacios comunitarios.

• Gaia Espirulina

Aunque pueda sonar a ciencia ficción, Rubén López Moreno demostró que es posible cultivar espirulina –un organismo ancestral que se reproduce solo, siempre que le proporcionemos condiciones ambientales óptimas–, en espacios urbanos de forma sencilla. Esta microalga milenaria es un alimento estratégico con muchísimos nutrientes y una gran capacidad proteica de aminoácidos. Además, es perfecto para cultivarse en las azoteas de las ciudades, porque captura entre 5 y 10 veces más de CO2 que un bosque tropical.

Rubén, Laura y Pepito lograron construir un fotorreactor con un recipiente de unos 50 centímetros de alto por 25 de ancho, para cultivar espirulina a nivel doméstico. Lo ideal sería comercializar dispositivos a bajo coste para autofinanciar el experimento, pero de momento buscan personas que se animen a cosecharla en su casa, a quienes ofrecen cepa y guía durante el proceso: basta tener una ventana a la que dé el sol y recoger el cultivo semanalmente.

La evolución de todos estos proyectos se irá colgando en la web de ‘Tetuán Alimenta’.