Fracturado, sucio, calcinado e improvisada chabola para sin techo. Éste es el desolador panorama del Acueducto de Valdeacederas, uno de los tramos del Canal Bajo por donde llegaron las aguas a Madrid, y que está a punto de cumplir su 160 aniversario, en un estado lamentable que los vecinos llevan años denunciando.
La Asociación Vecinal Cuatro Caminos-Tetuán está preparando una ruta teatralizada bajo el título “Salvemos el Acueducto de Valdeacederas”, para conmemorar el acontecimiento y denunciar su “evidente deterioro”. Un desastre que la asociación achaca “tanto a las obras del paseo de la Dirección como a la desidia de la Comunidad de Madrid, del Canal de Isabel II, del Ayuntamiento de Madrid, de la Junta Municipal de Tetuán y del Área de Desarrollo Urbano Sostenible, que han preferido mirar hacia otro lado, mientras este bien público se deteriora a ojos de todos”, explican.
A tenor de las últimas quejas, el Servicio de Limpieza Urgente intervino en al menos una ocasión durante el pasado mes para adecentar la zona, si bien los vecinos reclaman una actuación más profunda y que implique a todas las administraciones competentes para preservar esta infraestructura.
Las construcciones del Canal de Isabel II figuran como elementos protegidos dentro del Plan General de Ordenación Urbana de 1997, que contempla la redacción de un Plan Especial de Protección para las primeras traídas de agua a Madrid y cuya elaboración aún está pendiente. “Hay que proteger realmente este bien cultural, y se debiera rehabilitar en la medida de lo posible a su estado primitivo”, señala Antonio Ortiz, presidente de la asociación vecinal.
Ubicado en uno de los recodos del paseo de la Dirección, en el Parque Rodríguez Sahagún, el de Valdeacederas es uno de los más hermosos acueductos del Canal Bajo. Sus cinco ojos han quedado completamente cegados por las obras y desde hace al menos cinco años se ha convertido en basurero y residencia para indigentes.
David Álvarez de la Morena
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