El Celtic Castilla logra el ascenso a Preferente tras una última jornada de infarto

El Espanyol sube a Segunda y se confirma el descenso a Tercera del Rupe Sahagún A

En una última jornada de infarto, el Celtic Castilla consiguió el ansiado ascenso a Preferente atrás vencer uno a cero al Santa Ana. También se confirmó el descenso de Rupe Sahagún ‘A’ a Tercera, categoría que ya había terminado la temporada con el ya consumado ascenso del Espanyol de Madrid, que jugará en Segunda el próximo año.

En Primera Regional, el Celtic Castilla finalmente consiguió el ascenso a Preferente al vencer uno a cero al Santa Ana, en un partido muy reñido, jugado en un campo del Canal abarrotado. El héroe de la jornada fue Rubo, que asumió la responsabilidad al transformar una pena máxima, en el minuto setenta y nueve, dando al equipo de Javi Romero el ansiado ascenso.

Un Celtic Castilla, fundado en 1969, llamado así por el Celtic de Glasgow, primer campeón de Europa británico, en 1967, que consigue algo histórico después de cincuenta y cinco años de historia. En este grupo, Electrocor Las Rozas, también subió, haciéndolo además como campeón de grupo, con setenta y tres puntos, junto a nuestro Celtic que acabó segundo con sesenta y siete puntos, los mismos que el Adarve ‘B’, pero con mejor ‘gol average’, que a la postre ha sido decisivo.

En Segunda regional, en el grupo 3, el Rupe Sahagún ‘A’, ha descendido finalmente, aunque aún le falta por jugar un partido que fue suspendido en la penúltima jornada, por altercados entre ambas aficiones. En esta última jornada, el Rupe cayó dos a cinco en el Rodríguez Sahagún, ante el Alameda Osuna ‘B’, consumándose así el descenso. En este grupo, además del Rupe, han descendido, Peñagrande, El Pardo, Sporting de Hortaleza C y Chamartín Athletic.

El otro integrante del grupo, el Alonso Cano, empató a dos su último partido, ante la Escuela de Fútbol Barrio del Pilar, y permanecerá en Segunda, acabando undécimo, tres puntos por encima del descenso. Una permanencia dura y luchada, lograda sobre todo gracias al esfuerzo de su alma máter, José Bravo, presidente y entrenador de los rojillos.