La esgrima histórica abrirá sus puertas en La Ventilla

Se podría empezar a utilizar en dos o tres meses

En el año 2002 se puso en marcha la Escuela de Esgrima Histórica de Madrid, gracias al interés que su fundador, Alberto Bomprezzi, tenía por el estudio de la esgrima con espadas reales, modalidad que nació a finales de los años 90 en Estados Unidos y que, debido al incontrolable auge de internet, comenzó a difundirse hasta llegar a Europa. La escuela, que se propone no sólo recuperar la práctica histórica de este deporte, sino también hacerlo de una manera dinámica, efectiva y accesible a todos, abrirá una nueva sala en La Ventilla.

La esgrima histórica es considerada un arte desde principios del siglo XX, después de la Segunda Guerra Mundial comenzó a denominarse deporte, convirtiéndose más tarde en deporte olímpico. Consiste en el aprendizaje y entrenamiento de las antiguas técnicas de esgrima con diversas clases de espadas, siguiendo los mismos métodos que nuestros antepasados y utilizando armas históricamente precisas en cuanto a todas sus características, como el peso, la longitud o el equilibrio. En la esgrima histórica se trata de aprender el arte de la espada, como forma de expresión personal no como deporte de competición, por ello las competiciones no están regladas ni hechas con el objetivo de ganar, no existen premios ni remuneración. La Escuela recupera el estudio de la espada en sus diferentes formas y la práctica histórica, permitiendo al alumno el manejo de diferentes armas, desde medievales hasta las más modernas. Ofrece clases de Espada de Dos Manos, de Espada Ropera, de Daga y Broquel por 45 euros al mes en la Sala de Armas Jerónimo Sánchez de Carranza, ubicada en el Colegio Altair cerca de Plaza de Castilla, en la Sala de Armas Luis Pacheco de Narvaez (Tres Cantos) y pronto también lo hará en La Ventilla. Para obtener más información sobre horarios y precios visite el sitio web de la Escuela de Esgrima: www.esgrimahistoricamadrid.com.

La esgrima histórica permite a los amantes de la espada y de la historia la unión de estas dos disciplinas y el aprendizaje de un arte nobiliario que hoy en día está al alcance del ciudadano. Son pocas las personas que practican esta modalidad de esgrima en nuestro país, alrededor de 800, pero todas ellas unidas por su espíritu, su ilusión de unir presente y pasado y sobre todo por el amor que procesan a las armas antiguas, destacando entre todas ellas la espada.

Alba Bartolomé Oterino