Regresamos de las tan ansiadas vacaciones y nos encontramos con una actualidad informativa cargada de noticias, unas mejores que otras, y siempre pendientes de la que ocupa más portadas y titulares: la covid-19, cuya incidencia acumulada está bajando en toda España y se ha alcanzado el 70 % de la población vacunada, con el objetivo de llegar ahora al 90 %; Tetuán no es una excepción en este sentido y, poco a poco, vamos viendo la luz al final de este túnel tan oscuro que nos está tocando vivir.
Dejando a un lado este tema, otro que tiene muy preocupados a muchos vecinos del distrito es el de las cocinas fantasma. Su insistencia con manifestaciones, reuniones con el alcalde Martínez-Almeida y acudir a los medios de comunicación ha posibilitado que la Dirección General de Planeamiento del Área de Gobierno de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid haya tomado cartas en el asunto, redactando una propuesta para regular estos negocios. De todos modos, parece obvio que si se pretende contentar a quienes están padeciendo tantas molestias, ruidos y malos olores, se cuente con ellos y se tengan en cuenta sus opiniones; pues no ha sido así, como denuncian en este número desde la Asociación Vecinal Cuatro Caminos-Tetuán y algunos afectados. Ahora se abre un periodo de alegaciones y al Ayuntamiento le van a llover muchas, por haber “ninguneado” a quienes realmente podían aportar una visión real y de primera mano, para que la nueva ley que regule las cocinas fantasma solucione esta importante problemática.
También en este verano hemos seguido con preocupación los incendios que se han producido en la Dehesa de la Villa, uno de ellos incluso provocado, que han quemado unas 16 hectáreas de este bosque, que ya empezó mal el año con el paso de ‘Filomena’, que arrasó muchos de sus árboles. Lo positivo de esta noticia es que los vecinos –entre ellos Angelo, el titiritero de la Dehesa− se han organizado para limpiar algunas zonas y tratar de evitar así que haya más sustos. Como siempre, la colaboración vecinal vuelve a dar un ejemplo de solidaridad.
Por supuesto, el cierre del Centro de Salud Villaamil sigue dando que hablar; a las concentraciones del 10 de junio y del 14 de julio, y la manifestación del 29 de junio, todas convocadas por las asociaciones de vecinos de Cuatro Caminos-Tetuán y Huerto Urbano La Ventilla, se prevé que se organice otra el próximo sábado 18 de este mes. La puesta en marcha de un servicio de autobús gratuito que conecta los centros de salud de Villaamil y Doctor Castroviejo, en Fuencarral-El Pardo, para los 24.000 usuarios afectados, no es suficiente argumento para que cesen las protestas, mientras se sigue pidiendo la construcción de un nuevo centro de salud en Tetuán.
Al menos nos hemos encontrado con que se están arreglando algunas maltrechas aceras, sobre todo de Valdeacederas y Berruguete; se está reponiendo la cubierta de la pista deportiva del Rodríguez Sahagún, que derrumbó ‘Filomena’; han finalizado las obras de reforma de los Juzgados de Plaza de Castilla después de cuatro años, y la actividad deportiva regresa a Tetuán. Hemos vuelto y seguimos informándoles.
