Las aulas cooperativas del Padre Piquer, a la vanguardia de la enseñanza

El centro ha sido distinguido como escuela “Changemaker”

Medio siglo lleva dando clases en La Ventilla el centro de formación Padre Piquer, una de las cuatro escuelas españolas “que darían envidia al Gobierno finlandés” considerado el de mayor éxito europeo a nivel educativo. Así lo reconoce Ashoka, la red internacional de educación que acaba de distinguir a este centro de Tetuán como escuela “Changemaker” y parte de la vanguardia en la transformación de la enseñanza, junto a las escuelas “O Pelouro” (Pontevedra), “Escola Sadako” (Barcelona) y “Amara Berri” (San Sebastián).


¿Qué hace tan innovador el proyecto pedagógico del Padre Piquer? Fundamentalmente, las denominadas aulas de cooperación multitarea, un proyecto en el que trabajan desde hace 13 años, impartido para los alumnos de 1º y 2º de la ESO y basado en el aprendizaje colaborativo, la inclusión de los alumnos –el 45% de los cuales son inmigrantes de 30 nacionalidades diferentes– y el apoyo entre profesores.


“Trabajar con este concepto en Secundaria obligatoria es complicado, pero gracias a él hemos recuperado la ilusión de los niños por venir al colegio, la alegría de las familias y la satisfacción del profesorado”, explica Ángel Serrano, director de este centro concertado, dirigido por los jesuitas y perteneciente a la Fundación Montemadrid, que ha erradicado el absentismo y aumentado el éxito escolar hasta el 85%.

Un aula sin libros ni asignaturas

Lo primero que llama la atención en estas aulas es su distribución, que nada tiene que ver con la concepción más tradicional de una clase. Aquí la sala se distribuye en diferentes espacios dinámicos, donde existe un área digital, murales, despachos para atender de forma personalizada y, sobre todo, mesas circulares alrededor de las cuales se produce un aprendizaje colaborativo, con unos 50 alumnos divididos en grupos. En cada aula hay siempre tres o cuatro profesores.


Es un modelo más participativo e integrador –su objetivo es que los alumnos aprendan juntos–, que sustituye las asignaturas por “ámbitos” que integran varias materias, lo que evita la fragmentación del conocimiento.


Tampoco hay libros de texto –“porque la información hoy ya no está ahí”, dice el director de Innovación, Gregorio Casado–, sino que los cuadernos de trabajo han sido previamente preparados por los docentes y adaptados a la actividad, que finaliza cada mes y medio siempre con un proyecto que se pueda visualizar, ya sea una presentación en público del trabajo, un mural o un powerpoint.


El rol del profesor también cambia, “al haber dejado de ser los únicos transmisores de la información, que ya está en Internet, no en la cabeza de nadie. No tiene sentido describir un eclipse de sol cuando puede verse en la Red”, añade Casado. A cambio, el docente debe ser quien genere la actividad y organice a los alumnos para que hagan algo relevante con esa información.


Una escuela “para todos”

En estos momentos, alrededor de 230 alumnos de Primero y Segundo participan en estas aulas, aunque el centro estudia ya ampliarlas a Tercero de la ESO y cambiar los cuadernos de trabajo por iPads, “no tanto para dar más protagonismo a este soporte digital como para evitar la rigidez de los libros”, matiza Casado.


Desde el colegio se defiende su modelo como un proyecto de “escuela para todos” –no pensado únicamente para zonas socioeconómicas deprimidas–, y se aboga por este tipo de aprendizaje, “que ofrece más similitudes con lo que hacemos en la vida” y prepara, pues, mejor, para las necesidades laborales del mundo actual.


El centro de formación Padre Piquer (Mártires de la Ventilla, 37) cuenta con 1.100 alumnos y 85 profesores, y en sus aulas se imparte ESO, Bachillerato y FP. En 2013, la supresión de los conciertos en grados superiores hizo perder al centro un 40% de los matriculados, a lo que cabe añadir la “distorsión” generada por los continuos cambios de las leyes educativas. Frente a éstos, el Padre Piquer ha seguido trabajando la integración y la motivación de forma participativa, demostrando que el hoy “no es tanto cuestión de recursos materiales como, fundamentalmente, de profesores”, concluye el director del centro. Tantos años de trabajo tienen ahora, al fin, su reconocimiento, gracias a Ashoka.

David Álvarez de la Morena


  Votar:  
Resultado:0 puntos0 puntos0 puntos0 puntos0 puntos
  0 votos

Deje un comentario

Para dejar su comentario identifíquese o regístrese.